Los Drapeau son una familia canadiense que estaba de vacaciones por Estados Unidos. Conformada por el padre de 87 años, la madre de 80 y el hijo de 60, nativos de Quebec, viajaron a Florida y después regresaron en su automóvil.
El trayecto de Florida a Quebec es largo y fue ahí donde el padre, Fernand Drapeau, de repente comenzó a sufrir una crisis dentro del automóvil, al parecer un ataque cardíaco.
En esas condiciones, la familia decidió continuar el viaje para tratar de llegar a Canadá lo más rápido posible y a tiempo para atender al anciano padre.
Trágicamente el hombre falleció en el automóvil. La familia no acudió a las autoridades y a servicios funerarios estadounidenses, continuaron el camino para llegar a Canadá.
Según el medio CTV News, la familia declinó atender Fernand Drapeau al ver el costo elevado de la atención médica en Estados Unidos, tan igual como los gastos funerarios de repatriación del cuerpo hacia Canadá.
Los costos directos e indirectos de un ataque grave al corazón pueden alcanzar el millón de dólares, o unos 760,000 dólares en un caso menos severo.
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Si no se tiene un seguro médico, ese dinero debe salir del bolsillo del paciente o de sus familiares. Y si aún así se cuenta con un seguro médico que apoye al enfermo, los deducibles, coaseguros y demás pueden llegar a muchos miles de dólares, más el pago de primas mensuales, que pueden también sumar miles de dólares al año.
En cambio, el sistema de salud canadiense, pagado con recursos públicos, habría cubierto prácticamente todos los costos de la atención de Drapeau si hubiese llegado con vida a un hospital en Canadá.
Cuando los Drapeau llegaron al cruce fronterizo entre Estados Unidos y Canadá, en Hemmingford, Quebec, colindante con Vermont, el vehículo fue inspeccionado por las autoridades canadienses y se descubrió que el padre estaba muerto desde hace dos días.
Las autoridades investigan y aunque la autopsia reveló que el fallecido no presentaba signos de violencia no se descarta que puedan serle aplicados cargos a la madre y al hijo.