La policía de Francia se enfrentaba el martes a acusaciones de uso excesivo de la fuerza después de que utilizaran gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar un campamento informal de inmigrantes en pleno centro de París.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, declaró en Twitter que “algunas imágenes de la dispersión del campamento ilícito de migrantes [...] son chocantes” e indicó que solicitó un “informe” para conocer “la realidad de los hechos” al prefecto de la policía.
“Tomaré decisiones en cuanto lo reciba”, señaló Darmanin, que indicó que se remitió inmediatamente la cuestión a la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN).
El gobierno francés ya se enfrenta a una lluvia de críticas sobre una nueva legislación en materia de seguridad que está siendo actualmente debatida en el parlamento y que penalizaría la difusión malintencionada de imágenes de operaciones policiales.
La policía dispersó el lunes por la noche a centenares de migrantes y activistas que habían instalado tiendas de campaña en el centro de París para reclamar más refugios de emergencia, constató un periodista de la AFP.
Tras el desmantelamiento del campamento que acababa de ser levantado en la plaza de la República de la capital francesa, entre 200 y 300 personas, sobre todo activistas y una minoría de migrantes, convergieron hacia el centro de la ciudad, rodeados por un imponente dispositivo de las fuerzas de seguridad.
Al cabo de unos minutos, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para dispersar a varios grupos.
“Estamos aquí para decir que no nos iremos. No queremos vivir como animales, hemos venido únicamente a pedir asilo”, dijo a la AFP Murtaza, un afgano de 20 años.
“Son demasiado violentos”, dijo en relación a los policias Shahbuddin, un afgano de 34 años, llorando después de ser desalojado. “Solo queremos un techo”, agregó.
Un periodista, que se había identificado como tal, también fue inmovilizado en el suelo y golpeado con una porra cuando grababa la escena, constató un reportero de la AFP.
“Espectáculo lamentable”
“El Estado está dando un espectáculo lamentable”, comentó por su parte a la AFP Ian Brossat, adjunto de la alcaldesa de París y encargado de la acogida de refugiados. “Hay una respuesta policial a una situación social. Solo saldremos de esta si encontramos soluciones de alojamiento para estas personas”, agregó.
La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, escribió una carta a Darmanin denunciando el “uso brutal y desproporcionado de la fuerza” por parte de las fuerzas de seguridad.
Las ministras de Ciudadanía y Vivienda de Francia, Marlène Schiappa y Emmanuelle Wargon, emitieron una declaración conjunta en la que afirmaban que los migrantes debían ser tratados con “humanidad y solidaridad”.
“Han visto la violencia policial, en presencia de responsables electos, periodistas, cámaras, en pleno París. Imagínense entonces lo que viven los exiliados aislados a las afueras de París. Eso es lo que vemos toda las noches”, declaró Kerill Theurillat, un responsable de la asociación Utopia56, que ideó el campamento en la plaza de la República.
El 17 de noviembre fue desmantelado un gran campamento próximo a París, donde vivían 3.000 migrantes. Una parte fue trasladada a gimnasios y centros de acogida de emergencia.
Pero según asociaciones, entre 500 y 1.000 personas se quedaron en las calles.
Desde 2015, se ha procedido a 65 operaciones de desmantelamiento de campamentos informales de migrantes en la capital y sus alrededores, y a 300 operaciones de evacuación.
Aunque en los últimos cinco años el programa nacional de acogida de migrantes duplicara sus plazas, llegando a 110.000, la solución ha resultado insuficiente, pues el número de refugiados ha aumentado mucho más rápido.
Fuente: AFP