El hallazgo de agua en Marte anunciado el lunes por la NASA alienta la esperanza de encontrar vida y de disponer de un recurso precioso para la exploración humana del planeta.
“Tenemos ahora la posibilidad de ir a los lugares correctos en Marte para encontrar eventualmente vida”, estimó John Grunsfeld, administrador adjunto de la agencia espacial estadounidense NASA.
“Creo que esto estimulará a nuestros ingenieros y científicos para inventar instrumentos capaces de detectar vida”, añadió el exastronauta.
“Tenemos la capacidad de ir a Marte para estudiar estas cuestiones sobre la vida y responderlas. Esto no es ya una cuestión abstracta, sino bien concreta”, señaló en tanto Jim Green, director de ciencias planetarias de la NASA.
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Estos científicos explicaron que la posibilidad de que haya vida microbiana en el planeta rojo es “muy grande” y que probablemente haya capa de agua subterránea.
“Para mí, la probabilidad de una vida microbiana bajo la superficie de Marte es muy elevada”, juzgó Alfred McEwen, investigador de la Universidad de Arizona, principal responsable del sistema de imágenes (HiRISE) a bordo de la sonda estadounidense que efectuó este hallazgo.
Esta vida probablemente solo puede existir en el subsuelo ya que la superficie de Marte es inhóspita, fundamentalmente por la radiación ultravioleta del sol que destruiría cualquier tipo de vida tal como la conocemos, explican estos astrónomos, apuntando a la poca densidad de la atmósfera marciana, formada en un 95% de dióxido de carbono (CO2), que no ofrece protección.
Michael Myer, responsable científico del programa de exploración de Marte en la NASA, indicó por su lado que se ignora de dónde proviene esta agua responsable de estas estelas que aparecen sobre pendientes abruptas en algunos sitios del planeta rojo durante las estaciones menos frías del año, antes de desaparecer cuando la temperatura baja. Este fenómeno fue observado por primera vez en 2011.
CULTIVAS PLANTAS
El agua podría encontrarse en el subsuelo, ya que no llueve en Marte, destacó. Y es “imperativo” encontrar otros sitios más accesibles en el planeta donde se produzca el mismo fenómeno y buscar las fuentes de agua fresca subterránea.
“Sospechamos solamente que estos lugares existen porque tenemos algunos indicios científicos que nos hacen pensar eso”, señaló John Grunsfeld, para quien “esto será un camino de exploración fascinante en el futuro”.
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Si hay suficiente agua en Marte entonces será posible cultivar plantas en el interior de invernaderos inflables, predijo el científico. Dado que las plantas convierten el dióxido de carbono (CO2), abundante en Marte, en oxígeno, este podría ser un mecanismo útil para los futuros exploradores, permitiéndoles tanto producir alimentos como lograr un ambiente respirable, explicó.
Los responsables de la NASA confían en las capacidades de las próximas exploraciones, previstas en los próximos cinco años, para descubrir más secretos del planeta rojo. Esto permitiría hacer avanzar los programas de exploración humana futura.
La NASA lanzará así en marzo de 2016 un nuevo robot, bautizado InSight, que por primera vez permitirá explorar las entrañas de Marte gracias a un radar perforador. Este instrumento “podría descubrir acuíferos, lo que sería un enorme paso adelante” para preparar los recursos necesarios para futuros exploradores, explicó Grunsfeld.
La Agencia Espacial Europea (ESA), en el marco de su programa ExoMars, prevé lanzar en 2016 un satélite que orbitará en torno a Marte, al que seguirá en 2018, en un programa junto con Rusia, un robot y una plataforma de exploración en la superficie del planeta. El objetivo es la detección de metano y de otras señales de actividad biológica.
Finalmente, en 2020, Estados Unidos enviará un nuevo robot de exploración similar a Curiosity pero más sofisticado, con la meta de tomar muestras del suelo marciano y traerlas a la Tierra.
La Agencia espacial estadounidense planea enviar la primera misión habitada al planeta rojo no antes de 2030.