La Casa Blanca se disfrazó hoy de bosque encantado para celebrar la festividad de Halloween y dar la bienvenida, con caramelos y galletas, a decenas de niños de diferentes escuelas de Estados Unidos en una de las noches más embrujadas y misteriosas del año.
Antes del anochecer, el presidente Barack Obama y la primera dama, Michelle, saludaron en el pórtico sur de su residencia a las 4.200 personas que este año celebraron con la familia presidencial la noche de brujas y del “truco o trato”, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Con dos cestas, los Obama repartieron caramelos a los niños, disfrazados de tortugas, esqueletos, ratones o brujas, mientras sonaba la guitarra de Jimmy Hendrix, la canción “Superstition” de Stevie Wonder y la banda sonora de la serie de la década de los 90 de “la Familia Adams”.
En su recorrido por los jardines encantados, los pequeños vieron calabazas, espantapájaros, malabaristas y, por primera vez, una colorida “catrina”, calavera sonriente muy popular en el Día de los Muertos de México y que con los colores de su elegante vestido quiere dar una nueva dimensión a la muerte.
Para celebrar Halloween (procedente del inglés “Hallow Eve” o Víspera de Difuntos), la Casa Blanca y sus jardines se ha transformado en un bosque encantado, con trapecistas, calabazas y en el que se muestran diferentes representaciones culturales de esta noche encantada, muy importante para EE.UU.
Esta celebración, que se remonta a los rituales célticos de hace miles de años, sacó a la calle en 2014 a 41,2 millones de niños de entre 5 y 14 años, según datos de la Oficina del Censo de EE.UU.