Los investigadores que han realizado el primer análisis de un barco mercante romano hundido en aguas del actual parque nacional de Cabrera entre los siglos III y IV d.C. lo consideran un hallazgo “excepcional” porque es uno de los pecios mejor conservados del Mediterráneo occidental.
El estudio del Cabrera XIV, como se ha llamado al último de los naufragios de época clásica identificados en el fondo marino protegido del parque balear, fue presentado hoy en Palma por miembros del equipo científico que lo ha llevado a cabo.
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La nave comercial del bajo imperio romano se hundió hasta 70 metros de profundidad en una zona situada hoy en el ámbito del parque, donde está prohibido bucear y la pesca de arrastre, señalaron las autoridades regionales de Mallorca en un comunicado.
El pecio presenta un túmulo de planta ovalada de unos 15 metros de largo por 10 de anchura, con una carga de entre 1.000 y 2.000 ánforas del norte de África y el sur de Hispania que se utilizaban para transportar salsas de pescado, un condimento muy apreciado por los romanos.
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“Se conserva buena parte del cargamento colocado en la posición original. Muy probablemente también se conserven restos de la madera de la embarcación bajo el túmulo de ánforas”, indicaron los arqueólogos, que subrayan en su informe que “sin duda” es el pecio mejor conservado de Baleares y uno de los mejor preservados del Mediterráneo occidental.
Los científicos alertaron de que, pese a estar en una zona vedada a la pesca y el buceo y a 70 metros de profundidad, el pecio “padece un riesgo elevado de expolio”, por lo que han instado a las administraciones a adoptar medidas de control y vigilancia.