Un juez de San Francisco (California, EE.UU.) halló este miércoles culpable al exjefe de seguridad de Uber Joe Sullivan de ocultar a las autoridades el pago de un rescate a piratas informáticos que lograron adentrarse en los sistemas informáticos de la compañía en 2016.
Según el magistrado, Sullivan debería haber informado de lo que estaba ocurriendo a la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. (FTC, por sus siglas en inglés).
Todavía no se ha fijado fecha para la sentencia al exjefe de seguridad de la empresa californiana.
En noviembre de 2017, la plataforma de transporte compartido desveló una filtración cibernética que la compañía había mantenido en secreto hasta entonces y que en 2016 afectó a los datos personales de 57 millones de sus usuarios y conductores en todo el mundo.
Por medio de un comunicado de prensa, el consejero delegado de Uber, Dara Khosrowshahi, que entonces acababa de acceder al cargo, mostró su predisposición a ser “honestos” y “transparentes” y a “trabajar para reparar errores pasados”.
Así, detalló que dos individuos ajenos a la empresa accedieron a las bases de datos de Uber y fueron capaces de descargar información de 57 millones de usuarios de Uber en todo el mundo, incluyendo sus nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono.
Dentro de esa cantidad figuraron, además, 600.000 conductores de Uber en Estados Unidos, cuyos números de carné de conducir, la forma de identificación más habitual en este país, también fueron robados por los “hackers”.
Pese a tener la obligación legal de informar a las autoridades acerca del ataque informático, Uber pagó 100.000 dólares a los “hackers” para que eliminaran los datos obtenidos y mantuvieran silencio sobre lo ocurrido.
Sullivan fue despedido de su puesto como jefe de seguridad a consecuencia de lo ocurrido.
Fuente: EFE