Una comisión de la Asamblea General de la ONU denunció este jueves las violaciones de los derechos humanos cometidas por los yihadistas en Siria, pero subrayó que Damasco seguía siendo responsable de la gran mayoría de las muertes de civiles por sus bombardeos indiscriminados.
Esta resolución no vinculante expresa “la indignación frente a la escalada constante de la violencia”. Será sometida a votación en el pleno de la Asamblea General en diciembre.
La guerra en Siria ha dejado desde marzo de 2011 al menos 250.000 muertos y ha provocado el desplazamiento de 12 millones de civiles.
La resolución pide al Consejo de Seguridad que actúe y observa que la Corte Penal Internacional (CPI) tiene la potestad de juzgar a los autores de crímenes de guerra. Un intento de que la CPI abordase el tema fue vetado por Rusia y China.
La resolución fue aprobada por 115 votos a favor, 51 abstenciones y 15 en contra, entre ellos los de Rusia, China, Irán, aliados del régimen de Bashar al-Asad, Cuba y Venezuela.
Al presentar el texto, el embajador saudí, Abdalá al-Muallimi, hizo referencia al pequeño sirio Aylan, que se ahogó intentando huir de Siria hacia Europa.
El representante sirio, Bashar Jaafari, respondió acusando a Riad de financiar grupos extremistas y de llevar a cabo “una persecución religiosa similar a la que realizan los terroristas de Daech” (el grupo Estado Islámico) en Siria e Irak.
La resolución “condena enérgicamente los actos terroristas y la violencia cometida contra los civiles” por el grupos Estado Islámico y el Frente Al Nusra.
Pero señala que, según la comisión investigadora de la ONU, “las autoridades sirias siguen siendo las responsables de la mayoría de las víctimas civiles, pues todos los días matan y mutilan a decenas de civiles”.