Irán y las grandes potencias (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania), concluyeron un acuerdo que prácticamente imposibilita a Teherán la construcción de una bomba atómica durante varios años, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que ahogaban su economía.
Logran histórico acuerdo para impedir que Irán fabrique armas nucleares
El presidente estadounidense Barack Obama se congratuló por el acuerdo que de avanzar en “una nueva dirección con Irán” tras décadas de hostilidad.
“He dejado claro al pueblo iraní que siempre estaremos abiertos a relacionarnos en la base de los intereses comunes y el respeto mutuo. Nuestras diferencias son reales y la difícil historia entre nuestros países no puede ignorarse. Pero es posible cambiar”, manifestó.
Por su lado, el mandatario ruso, Vladímir Putin, saludó el histórico acuerdo alcanzado en Viena sobre el programa nuclear iraní y dijo que el mundo puede respirar con “gran alivio”.
“Rusia saluda la decisión alcanzada hoy en Viena para arreglar la situación en torno al programa nuclear iraní y el acuerdo entre el grupo 5+1 e Irán sobre un plan de acción conjunto”, señaló.
Mientras, el presidente francés, François Hollande, consideró que el acuerdo sobre el programa nuclear iraní “es muy importante” porque más allá de que Teherán se compromete a reducir sus capacidades habrá verificaciones internacionales y si no cumple se restablecerán las sanciones.
“Es un acuerdo muy importante”, señaló en una entrevista televisada, e hizo notar que ese compromiso tras 12 años de negociaciones significa que “el mundo avanza”.
Asimismo, el primer ministro británico, David Cameron, alabó el acuerdo alcanzado con Irán sobre su plan nuclear y dijo que hace del mundo “un lugar más seguro”.
“Después de una persistente diplomacia y duras sanciones, la comunidad internacional ha conseguido un acuerdo histórico con Irán, un acuerdo que garantiza nuestro objetivo fundamental de evitar que Irán desarrolle un arma nuclear y que contribuirá a hacer del mundo un lugar más seguro”, afirmó.
Asimismo, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, valoró “positivamente” el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán y afirmó que la decisión “exige continuar con los esfuerzos y el compromiso de todos para que pueda dar sus frutos”.
“La Santa Sede considera positivo el acuerdo sobre el programa nuclear iraní”, indicó en un comunicado.
Por el contrario, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu denunció de inmediato un “gran error de proporciones históricas” que permitirá a Irán financiar “su máquina de terror” y aseguró que hará todo lo que esté en su mano para impedir que ese país tenga armas atómicas.
“Irán verá el camino libre para desarrollar armas nucleares y muchas de las restricciones que se lo impedían van a ser levantadas”, antes de añadir que “éste es el resultado cuando se desea un acuerdo a todo coste”, dijo.
Además, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ensalzó el “histórico acuerdo” sobre el programa nuclear iraní alcanzado en Viena y expresó su “admiración” por el compromiso de los negociadores.
“Esto es una prueba del valor del diálogo”, afirmó Ban en un comunicado difundido hoy por la ONU.
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UN AÑO PARA CONSTRUIR LA BOMBA
El acuerdo fue alcanzado tras una maratón de negociaciones iniciada en septiembre de 2013 y cuya última ronda se extendió a lo largo los 18 últimos días, un final de una duración sin precedentes desde los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina en 1995.
Las discusiones entre Irán y el grupo 5+1 (los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y Alemania) fueron prolongadas en varias ocasiones por las divergencias solventadas in extremis.
El pacto final da contenido real a los grandes principios acordados en Lausana en abril: Teherán se compromete a reducir su capacidad nuclear (disminuirá dos tercios las centrifugadoras de uranio en 10 años, sus reservas de uranio enriquecido...) durante varios años y a permitir que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) realicen inspecciones en profundidad de sus instalaciones.
El objetivo es hacer casi imposible que Irán pueda fabricar la bomba atómica, permitiendo al mismo tiempo a Teherán, que niega haberlo intentado en ningún momento, su derecho a desarrollar una industria nuclear civil.
El texto, que autoriza a la República Islámica a continuar con su programa nuclear civil, permitirá normalizar las relaciones de Irán con el mundo.
Una vez las instalaciones iraníes sean reducidas según los términos del acuerdo, hará falta un año para que Teherán vuelva a tener capacidad para fabricar la bomba atómica, frente a los tres meses actuales, explicó el secretario de Estado norteamericano John Kerry.
A cambio, las sanciones internacionales adoptadas desde 2006 por Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, serán levantadas progresivamente a partir de 2016 si la República Islámica cumple con sus compromisos. En caso de violación del acuerdo, podrán ser establecidas, y esa reversibilidad durará 15 años. El embargo de armas continuará durante los próximos cinco años.