La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, (NASA, por sus siglas en inglés), ha informado el descubrimiento de un sistema estelar con siete planetas de masa similar al de la Tierra, tres de los cuales se encuentran en la zona habitable y podrían albergar océanos de agua en la superficie, lo que aumenta la posibilidad de que ese sistema pudiera acoger vida.
El sistema, localizado por un grupo internacional de astrónomos y cuyo estudio publica hoy Nature, tiene tanto el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra como el mayor número de mundos que podrían contar con agua líquida en superficie.
Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, el rango en el que puede haber agua líquida, y tres de ellos están en la llamada “zona habitable”, por lo que son candidatos especialmente prometedores para albergar vida.
Los cuerpos recién descubiertos giran en órbitas planas y ordenadas alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría con un brillo cerca de mil veces menor al del Sol.
El autor principal del estudio, Michaël Gillon, del Instituto STAR en la Universidad de Lieja (Bélgica) se mostró encantado con los resultados: “Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente similares en tamaño a la Tierra!”, según un comunicado.
El nuevo sistema es relevante para los científicos por su cercanía a la Tierra en términos astronómicos y porque es el primero que cuenta con siete planetas de un tamaño similar al nuestro, así como por el reducido tamaño de su estrella, una particularidad que simplificará el estudio del clima y la atmósfera de esos mundos.
Los siete planetas son 80 veces mayores respecto a TRAPPIST-1 que la Tierra respecto al Sol, por lo que bloquean una gran cantidad de luz cuanto transitan por delante de la estrella.
Eso facilita a los investigadores la tarea de identificar sus componentes químicos por medio de técnicas de fotometría.
Tras una primera fase de “reconocimiento”, los científicos planean ahora iniciar “observaciones detalladas para estudiar el clima y la composición química de los cuerpos, con el objetivo de determinar si hay vida en ellos”.
“En unos años sabremos mucho más sobre estos planetas y esperamos saber si hay vida en el plazo de una década”, afirmó Triaud.
En 2010, el grupo de investigadores liderado por Gillon, comenzó a escudriñar la vecindad del Sistema Solar con el telescopio robótico TRAPPIST (Telescopio Pequeño para Planetas en Tránsito y Planetesimales), ubicado en Chile.
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A partir de esas observaciones y las de otros telescopios terrestres -entre ellos el William Herschel, ubicado en la isla canaria de La Palma (España)- recogidas durante años, se han recopilado evidencias de 34 tránsitos de cuerpos frente a la estrella, que atribuyen a las órbitas de siete planetas.
El sistema estelar, en el que los seis cuerpos interiores tienen periodos orbitales de entre 1,5 y 13 días, recuerda a los astrónomos al que forman Júpiter y sus lunas, tanto por sus proporciones relativas como por las órbitas compactas y cercanas.
INFORMACIÓN PREVIA
El lunes la NASA convocó rueda de prensa para presentar “nuevos descubrimientos sobre los planetas que no orbitan nuestro Sol, sino otras estrellas, conocidos como los exoplanetas”.
Desde 1995, los científicos han descubierto miles de exoplanetas (es decir, planetas ubicados fuera de nuestro sistema solar), decenas de los cuales parecen potencialmente habitables. No obstante, se encuentran muy lejos.
La NASA también había anunciado que durante la conferencia de prensa se podían lanzar preguntas a los representantes de la agencia. Los internautas también podrán hacerlos en las redes sociales, a través de la tendencia #askNASA.
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Descubren agua en la atmósfera de un exoplaneta del tamaño de Neptuno