El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, dijo hoy que nadie debería considerar amnistiar a las personas que hayan cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en el conflicto sirio.
“Tenemos el principio en las Naciones Unidas de que ninguna amnistía debería ser considerada para aquellos sospechosos de haber cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, dijo Zeid en una rueda de prensa concedida mientras se celebran las negociaciones de paz que se llevan a cabo en Ginebra sobre el conflicto en Siria.
El alto comisionado dijo no querer inmiscuirse en el proceso, aunque sí que expresó su esperanza de que: “Tras cinco años de ver al pueblo sirio ser sometido a una ejecución pública, espero que las negociaciones puedan acabar con los horrorosos abusos y violaciones de la ley internacional”.
“Queremos ver el final de todas las violaciones cometidas por todas las partes”, agregó, y recordó que la entidad que dirige no tiene presencia en Siria y que controla lo que allí ocurre a través de una red de colaboradores de defensores de los derechos humanos y del personal con el que cuenta en los países adyacentes.
Consultado sobre qué opina de las demandas y exigencias de la oposición, que pide el acceso sin trabas de la ayuda humanitaria a todas las zonas del país, especialmente las sitiadas; el fin de los bombardeos contra civiles; y la liberación de todas las mujeres y niños detenidos, Zeid repitió que no quería inmiscuirse en el proceso.
No obstante afirmó: “Una detención arbitraria, sea donde sea, es una violación de la ley de derechos humanos. Por lo tanto, todos los detenidos arbitrariamente deben ser liberados inmediatamente”.
“Decenas de miles de sirios están retenidos arbitrariamente”, añadió.
Con respecto al papel de Turquía, y a las alegaciones que indican que sería laxa o incluso permitiría que militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) atraviesen impunemente sus fronteras, Zeid se limitó a decir que esperaba que Ankara entendiese la importancia de que esta agrupación “no tenga éxito”.
En lo que sí que se extendió el alto comisionado es en defender los cientos de miles de refugiados sirios que han huido de su país y han puesto su vida y la de sus familiares en peligro para buscar una nueva vida en Europa lejos del horror de la guerra.
“Estoy profundamente alterado por la retórica de rechazo a estos refugiados y por la inaceptable politización del problema. Es sorprendentemente irresponsable”, sostuvo.
“Estas personas están sufriendo una doble tragedia. Han sufrido suficiente a causa del fracaso del Consejo de Seguridad, y especialmente de sus miembros permanentes, de detener la guerra, para que al llegar a Europa se les discrimine de esta manera”, agregó.
Zeid se refirió específicamente a la nueva legislación danesa que permite confiscar todos los bienes de los refugiados que lleguen a sus fronteras para ayudar a sufragar su estancia.
“Son personas que ya están totalmente traumatizadas. Imponerles una tasa adicional me parece bastante cruel”, subrayó.
Asimismo, el alto comisionado lamentó la poca incidencia que se hace en la necesidad de la integración, y en este ámbito incluyó los ataques sexuales cometidos por jóvenes inmigrantes en Colonia y otras ciudades alemanas.
“Estos comportamientos deben ser rechazados y perseguidos de forma individual. Pero lo que no se puede hacer es estigmatizar a una población entera por ello. Además, debe analizarse los errores de la integración y como superarlos”, concluyó.