El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes que seguirá al frente del Ejecutivo tras cinco días de reflexión y silencio por el acoso personal que dice sufrir de la oposición, que lo acusó de burlarse del país.
“He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe”, dijo Sánchez en un mensaje al país desde el palacio de la Moncloa.
Concluye así la incertidumbre que se abrió el miércoles cuando Sánchez anunció que se daba unos días para meditar su renuncia, criticando el “acoso y derribo” de la derecha y la ultraderecha a su familia después de que se conociera la apertura de una investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez, por presunta “corrupción”.
Asiduo a los golpes de efecto políticos, Sánchez canceló su agenda pública hasta el lunes, anulando su aparición en mítines durante el primer fin de semana de campaña para las cruciales elecciones regionales del 12 de mayo en Cataluña, donde los socialistas buscan desalojar del poder a los independentistas.
“Mostraremos al mundo cómo se defiende a la democracia, pongamos fin a este fango de la única manera posible, mediante el rechazo colectivo sereno y democrático, más allá de las siglas y de las ideologías, que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España”, continuó.
MANIFESTACIONES EN MADRID
Las manifestaciones en Madrid y otros puntos de España este fin de semana han “influido decisivamente mi reflexión”, dijo Sánchez, criticando los “bulos deliberados” que lanza la oposición y rompiendo su silencio absoluto de estos cinco días.
De haber dimitido Sánchez, España se hubiera encaminado a unas nuevas elecciones generales, un año después de las de julio pasado.
La decisión de Sánchez provocó expresiones de alivio entre los socialistas y críticas duras del resto de partidos.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular, calificó el anuncio de “bochorno” y “ridículo”, y acusó a Sánchez de burlarse de los españoles.
“Le ha tomado el pelo a una nación de 48 millones de españoles”, sentenció.
“Hemos asistido a una comedia, a una cortina de humo (...) un acto electoral de cinco días”, dijo el presidente regional catalán Pere Aragonés, de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), un partido aliado de los socialistas en el Congreso español y enemigo en el ámbito regional.
El anuncio de Sánchez le permitirá salir de su retiro para incorporarse a la campaña electoral de Cataluña, un bastión de votos para él.
“Durante estos cinco días hemos asistido a un teatro burdo, indignante y victimista, que nos ha sumido colectivamente en un bochorno internacional”, lamentó el líder de la formación de extrema derecha Vox, Santiago Abascal.