Los pequeños agricultores de los países en desarrollo son esenciales en la solución del calentamiento global, según un informe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) difundido hoy en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP20), que se celebra en Lima.
“Para nosotros, los pequeños agricultores son parte importante de la solución al problema del cambio climático”, afirmó el presidente del FIDA, Kanayo F. Nwanze, en un comunicado.
Nwanze dijo que “en los países en desarrollo, unos 500 millones de pequeñas explotaciones producen alrededor de cuatro quintas partes de los suministros de alimentos, así que hay que admitir que las mujeres y los hombres de las zonas rurales hacen funcionar actividades empresariales fundamentales en la primera línea de la lucha contra el cambio climático”.
Agregó que “los pequeños agricultores a menudo son víctimas de condiciones climáticas más extremas e impredecibles y, a pesar de ello, están muy poco representados en los órganos nacionales y mundiales que elaboran las políticas sobre el cambio climático”.
“Lo que el FIDA procura subrayar en los debates sobre el cambio climático es que los pequeños agricultores están entre los receptores más eficientes de los fondos públicos destinados a hacer frente a los problemas que plantea el cambio climático”, subrayó.
El informe “La Ventaja de los Pequeños Agricultores” demuestra que las inversiones en el acceso a información meteorológica, la transferencia de tecnología y la preparación para la pronta intervención en casos de desastre están ayudando a los productores menores a obtener los alimentos necesarios para ellos y sus familias, indicó el FIDA.
El trabajo se basa en las experiencias del Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP) del FIDA, que comenzó en 2012 con el objetivo de que la financiación relacionada con el clima redunde en beneficio de los pequeños agricultores.
El ASAP, que combina financiación climática proveniente de donantes y programas de inversión agrícola a gran escala, es la iniciativa de adaptación más grande del mundo a favor de los pequeños agricultores, ya que dispone de más de 350 millones de dólares en promesas de contribución y contribuciones efectivas de nueve donantes bilaterales.
“Gracias a este programa, el FIDA podrá aumentar la resiliencia (capacidad para afrontar la adversidad) al cambio climático de unos ocho millones de pequeños agricultores y promover la utilización de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes en una superficie total de más de un millón de hectáreas”, remarcó el FIDA.