Un adolescente de 19 años fue detenido por las autoridades estadounidenses, acusado de haberle disparado a su madre causándole la muerte. Según los informes, el sujeto reaccionó de esta manera cuando le prohibieron fumar en su habitación.
El último jueves, Seth Settle utilizó un arma y le disparó en el pecho a su progenitora, de 52 años, en su casa de Lake Wales, en el condado Polk (Florida). El hecho habría ocurrido en horas de la mañana, cuando su padre se fue a trabajar, señala el New York Post.
El alguacil del condado, Grady Judd, señaló a la prensa local que atendieron un llamado al 911, luego que el hermano de Settle encontrara a su madre inconsciente en el piso de su casa. Inmediatamente fue llevada a un hospital, donde falleció.
Según detalla el medio, las autoridades no sospecharon en un primer momento que se tratara de un suicidio, puesto que no se encontró sangre en la casa ni lesiones de ese tipo en el cuerpo de la víctima.
Judd señaló que la mujer fue herida de bala en el corazón, pero que alguien la atendió inmediatamente, deteniendo el flujo de sangre. La enfermera que revisó el cuerpo de la víctima encontró, además, heridas punzantes.
Cuando los policías llegaron a la escena del crimen no hallaron a Settle, pero tras ser capturado confirmó que efectuó el disparo.
El joven afirmó que estaba deprimido en su habitación y se estaba apuntando con un arma a la cabeza antes de que su madre entrara a verlo. Asimismo, señaló que la pistola se disparó accidentalmente cuando intentó ponerla en su cama.
Esta teoría no fue creíble para las autoridades, quienes consideran que lo hizo por enojo.
“Él huyó del lugar, no ayudó, no llamó al 911″, señaló el sheriff. “No puedo comenzar a contarles el horror de este evento”.
El sujeto fue acusado de asesinato en segundo grado, manipulación de pruebas, cinco cargos de proporcionar información falsa a las fuerzas del orden y disparar un arma de fuego en una propiedad residencial.