Cuatros sismos, de magnitudes comprendidas entre 5,1 y 5,5, sacudieron este miércoles por la mañana en menos de una hora el centro de Italia, una zona castigada por los sismos del año pasado y por las fuertes nevadas que dificultan toda asistencia.
El primer terremoto fue de magnitud 5,1 y se produjo a las 10.25 hora local (09.25 GMT) con epicentro en las localidades de Montereale, Capitignano y Campotosto, todas en la provincia de L'Aquila (región de Los Abruzos), y Amatrice, en la provincia de Rieti, en el Lacio.
Posteriormente se sintió el temblor más fuerte de toda la actividad sísmica de la mañana, que alcanzó una magnitud de 5,5 a las 11.14 hora local (10.14 GMT) y, minutos más tarde, llegó una nueva sacudida de 5,4.
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El cuarto seísmo tuvo lugar a las 14.33 hora local (13.33 GMT) y tuvo una magnitud de 5, conforme a datos proporcionados por el Instituto Nacional italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV).
Ante esta situación, el Gobierno italiano ha enviado a esta zona, situada en el corazón de Italia, a 100 bomberos que se suman a los 750 que ya trabajaban en estas poblaciones desde el pasado agosto, cuando un terremoto de magnitud 6 causó la muerte a 299 personas y devastó poblaciones como Amatrice.
Los sismos se han sentido en las regiones del Lacio y los Abruzos y con intensidad también en Roma, sin que por el momento se hayan registrado víctimas ni daños materiales significativos, según datos de las autoridades.
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En esta ocasión, las poblaciones presentan una situación delicada porque el área tiene desde hace días problemas a causa de las intensas nevadas, subrayó el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio.
Unas nevadas que han causado que pueblos enteros queden aislados, sin comunicación ni electricidad, y que no pararán al menos durante las próximas 48 horas, de acuerdo con los pronósticos del Servicio Meteorológico de la Aeronáutica Militar de Italia.