El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, advirtió hoy de que el expansionismo de Rusia constituye un problema global y reclamó el apoyo de la comunidad internacional para hacer frente a la agresión rusa, en su mensaje anual sobre el estado de la nación.
“La conducta de Rusia en el mundo, su deprecio por las normas del derecho internacional, los intentos del Kremlin de destruir la arquitectura de seguridad europea y su expansionismo son un problema continental, global, que no puede resolverse bilateralmente”, dijo Petró Poroshenko ante la Rada Suprema (Parlamento).
Agregó que Ucrania seguirá necesitando de un “apoyo internacional importante en la lucha contra la agresión rusa”.
Sin embargo, el jefe del Estado admitió que para la diplomacia ucraniana es “cada vez más difícil, por distintos factores objetivos y subjetivos, recabar ese respaldo”.
Destacó la necesidad de trabajar por el fortalecimiento de la coalición internacional de apoyo a Ucrania y por “impedir el levantamiento de las sanciones a Rusia hasta que se restablezca la integridad territorial de Ucrania”.
“Somos conscientes de que no existe una solución militar para restablecer la integridad territorial. La única vía (...) es la político-diplomática, apoyada en las capacidades defensivas de nuestro Ejército”, señaló.
Según Petró Poroshenko, el formato de las negociaciones debe ser multilateral y sólo tiene sentido si participa Rusia, “el país agresor”.
El presidente ucraniano denunció que Moscú “incrementa incesantemente” su presencia militar junto a las fronteras ucranianas, por lo que persiste un “alto riesgo de agresión armada”.
Agregó que en la zona del conflicto en las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, que se ha cobrado cerca de 10.000 muertos desde su estallido, en abril de 2014, “el enemigo tiene cerca de 38.500 hombres, más de 600 tanques y 1.250 blindados, 750 piezas de artillería y 300 lanzaderas cohetes”.
Petró Poroshenko destacó el estrecho nivel de cooperación que ha alcanzado Ucrania con la OTAN y subrayó que el objetivo estratégico del país es integrarse en la Alianza.
La agresión de Rusia, señaló el jefe del Estado, se manifiesta también en el ámbito económico, con el cierre de su mercado a la producción ucraniana.
“Esto nos ha costado, según algunas estimaciones, unos 15.000 millones de dólares. Hemos perdido decenas, si no cientos de miles de puestos de trabajo, y esta agresión económica es una de las principales causas de la brusco descenso del nivel de vida”, explicó.