El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, aseguró este martes que no objetará la importación directa de vacunas contra el coronavirus (COVID-19) por los municipios que así lo deseen, si bien el proceso dependerá de que las farmacéuticas les vendan y de que garanticen un reparto equitativo y gratuito.
“La respuesta a los municipios e instituciones que han pedido importar privadamente va a ser que sí”, dijo Moreno en alusión a las demandas que presentaron la semana pasada los de Guayaquil y Quito, considerando que el programa nacional de vacunación avanza demasiado lento.
Pero salvaguardó esa posibilidad a que las propias farmacéuticas quieran vendérselas pues la recomendación de la OMS es que solo se venda a gobiernos nacionales y, por ello, algunas de las firmas prefieren mantenerse dentro de esa recomendación.
Moreno, que habló sobre la vacunación en el programa “De frente con el Presidente”, un diálogo en directo que en esta ocasión tuvo como invitados a la Agencia Efe y al diario El Universo, también reservó esa posibilidad a que las vacunas tengan la autorización de las agencias de control sanitario pertinentes, incluida la ecuatoriana Arcsa.
“Vamos a recomendar a Arcsa que haga el proceso lo antes posible, pero siempre atentos a la trazabilidad y la cadena de frío cuando amerite”, señaló el mandatario ecuatoriano, para quien “si hay municipios que están en capacidad de cumplirlo no veo ningún inconveniente en proporcionar el permiso”, aunque consideró que no es tan fácil como parece.
También habló de que, en todo caso, aquellas empresas del sector privado que quieran sumarse a la iniciativa con los municipios para vacunar a su personal, deberán garantizar que lo hacen de forma “gratuita” y que, “en ningún caso”, se dé “una situación de falta de equidad”, o que “haya una competencia en el mercado en la que la gente que tenga dinero esté en capacidad de pagarla a un precio exagerado”.
La vacunación en Ecuador comenzó el pasado mes de enero con la llegada de un lote de unas 8.100 vacunas de la firma Pfizer, y solo la semana pasada llegó un segundo de unas 16.000 con la que el país sigue en su fase 0 para administrar las dosis al personal de primera línea y centros geriátricos.
Mañana, dijo Moreno, está prevista la llegada de otras 17.000, y entre marzo y abril, unas 150.000 cada mes.
Preguntado por la lentitud del proceso, explicó que “por varias razones no se cumplió con el cronograma de entrega y eso ha hecho que tuviéramos un retraso”, aludiendo a una reorganización de la fabrica de Pfizer en Bélgica que también produjo retrasos en las entregas a Colombia y Chile.
“Decidieron, por la cantidad de vacunas que tenían que entregar, poner al día los procesos dentro de la fábrica para poder producir de manera masiva, una reorganización, por eso se demoró algunos días adicionales”.
Moreno anunció que “entre hoy y mañana” su Gobierno tendrá “excelentes noticias” sobre la adquisición a otra farmacéutica con la que ha estado en contacto, si bien no reveló aun cuál es la nueva proveedora.
Fuente: EFE