Si bien al cierre de esta nota no están definidos todos los nombres del primer gabinete del presidente Vizcarra, está claro que el perfil de los nuevos ministros dista mucho de lo que tuvimos con PPK. Estamos pasando de ministros cercanos a la actividad empresarial y con altas calificaciones técnicas, a ministros involucrados en la actividad política y la gestión pública.
Es difícil predecir si este cambio está a la altura de los difíciles retos que deberá enfrentar este nuevo gobierno; sin embargo, sí esperamos que la percepción de la población respecto del trabajo de este equipo sea mejor que aquella que tuvieron los gabinetes del expresidente Kuczynski, pues parece que la situación es muy distinta. La primera dificultad que enfrentaron los ministros de PPK fue que el propio presidente atentó en innumerables oportunidades contra su labor. La segunda dificultad estuvo en la fuerte oposición del Congreso y, por último, debemos reconocer que hace falta, además de capacidades técnicas y gerenciales, una gran capacidad política para lograr una labor exitosa en el Estado.
No pretendemos poner en un mismo saco el trabajo de cada uno de los ministros que integraron los gabinetes de PPK. Sería injusto, ya que hay individualidades y desempeños destacables. Empero, los escándalos en los que se vio envuelto el Mandatario y el final de este con la renuncia generada por los videos del congresista Mamani enlodan cualquiera de las gestiones por más brillantes que estas hayan sido, a tal punto que es imposible políticamente que ninguno de los renunciantes ministros pueda ocupar nuevamente un cargo en el primer gabinete de presidente Vizcarra.
El camino no será fácil para el presidente Vizcarra. Sin embargo, creemos que el trabajo coordinado con sus ministros, sumado a este cambio de perfil, debería ser más exitoso que los gabinetes anteriores. Si adicionalmente vemos que el Congreso está dispuesto, por ahora, a apoyar al Gobierno, estas pueden ser buenas noticias que se deben reflejar rápidamente en la confianza del consumidor y de los empresarios, logrando réditos económicos a corto plazo. Una perspectiva distinta de la política que estamos esperando todos los peruanos.