Una noticia doblemente preocupante trae Enrique Dans en médium sosteniendo que “Beijing toma medidas para “proteger” a los niños de los peligros de los videojuegos y las redes sociales” (21 09 2021). Podrán jugar un máximo de 3 horas semanales entre las 20 y 21 horas los viernes, feriados y fines de semana. En cuanto al Douyin (TikTok) su uso se limita a 40 minutos al día para menores de 14 años. Los adolescentes no podrán usarlo entre las 22 y 6 a.m. Además para adolescentes habrá contenidos específicamente seleccionados, como experimentos, exhibiciones en museos y galerías, así como geografía china. Para las empresas que crean videojuegos, habrá más demoras en aprobar su uso y salida al mercado.
Será obligación de los padres que sus hijos registren sus nombres y edades reales en las aplicaciones, bajo sanción
Por un lado, preocupa el hallazgo del gobierno chino sobre una creciente adicción digital de los niños y los videojuegos. Pero por otro lado ¿incumbe a los gobiernos establecer límites a dicho consumo, exigir a las empresas que hagan cumplir esos límites y desarrollar sistemas de identificación que hagan difícil o imposible que los niños los eludan? Una cosa es informar a los padres sobre este abuso del uso de videojuegos y otra es intervenir directamente en el control de modo dictatorial. Este es otro ejemplo más de un gobierno autoritario que decidió monitorear todo lo que la gente hace, dice o piensa, independientemente de su edad.
China le está mostrando al mundo lo que sus propios gobiernos harán con su población una vez que tengan instalada similar tecnología.