Tuvieron que pasar 48 horas desde que se inició la filtración de las declaraciones de Jaime Villanueva ante el Ministerio Público para que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) emitiera un escueto comunicado donde anunciaba que abriría investigaciones preliminares al exfiscal de la Nación Pablo Sánchez y a los fiscales Rafael Vela y Domingo Pérez.
Este diario, y seguramente varios medios de comunicación, pasaron gran parte del viernes buscando una declaración oficial de la JNJ, del magistrado Guillermo Thornberry y del propio Ministerio Público respecto a qué acciones tomarían ya que son mencionados en la declaración filtrada.
Si bien se mencionó también a varios congresistas, ya está demostrado que podrían robar a sus trabajadores o estar en una fiesta que acaba en balacera con un muerto y no les pasará nada, se protegen entre ellos.
Entonces, si varios legisladores, incluido su presidente, son mencionados en una declaración donde se señala cambiaban sus votos y oficios a cambio de impunidad, es de esperar que - al menos en el Parlamento- dicha sindicación quede en nada.
Preocupa el silencio del Ministerio Público. Lo revelado remece sus cimientos y ya hay varias voces pidiendo su reestructuración. Necesitan dar la cara pronto. No espere a que sea demasiado tarde, señor fiscal de la nación interino Juan Villena.