La acusación constitucional que pesa sobre la vicepresidenta y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte, y que en los próximos días podría dejarla limpiamente fuera de cualquier función pública, no debería ser “distraída” con interpelaciones con fines de censura como la que promovió el miércoles último el legislador Jorge Montoya, de Renovación Popular, con firmas de Somos Perú y el Partido Morado, que por lo general han jugado en pared con el decadente régimen.
Durante meses muchos peruanos que son conscientes del daño que ocasiona el régimen de Pedro Castillo al país, han tenido como “piedra en el zapato” a la señora Boluarte, pues en caso de que el profesor sea vacado o renuncie, ella tendría que asumir la Presidencia de la República hasta julio del 2026. Sin embargo, si ella es inhabilitada de la función pública por infracción a la Constitución al haber defendido intereses privados siendo ministra, estaríamos ante el ansiado escenario de las nuevas elecciones.
Es por eso que todos los esfuerzos de la bancadas congresales del llamado “bloque democrático”, deben apuntar hacia la acusación constitucional que la sacaría del juego por completo, y no a una censura que apenas la expectoraría del cargo de ministra. ¿Es consciente de esto el congresista Montoya? ¿Será por eso que somistas y morados apoyaron la interpelación a Boluarte que horas más tarde se cayó ante el retiro de las firmas de Carlos Anderson y Patricia Chirinos?
Días atrás en este espacio señalé que con la investigación al profesor Castillo en el Ministerio Público y la delicada situación constitucional de Boluarte por haber ejercido como presidenta del Club Departamental Apurímac siendo ya ministra de Estado, duplicidad que la Carta Magna prohíbe de forma expresa, el gobierno del lápiz entraba ya en una etapa terminal que salvaría al Perú del desastre de estar por más tiempo en manos de un régimen incapaz y corrupto.
Que la mezquindad y los intereses políticos personales de ciertos congresistas y bancadas no frustren la posibilidad de librar al país de Castillo, Boluarte, Vladimir Cerrón, Aníbal Torres, Bruno Pacheco, Zamir Villaverde y demás personajes que ojalá en pocos meses sean apenas un mal recuerdo. Esa situación está más cerca que en otros momentos, gracias al autogol que se hizo la señora Boluarte. Que a su pronta salida no se le ponga zancadilla.