Investigando en una librería encontré un ejemplar del libro “Firmeza en tiempos turbulentos. El arte de dirigirse a sí mismo y dirigir a los demás” escrito por Bodo Janssen y Anselm Grün y publicado por la editorial Desclée de Brouwer. La obra es fruto de la extraña simbiosis entre un empresario (Janssen) y un monje (Grün). El año 2010 el empresario, tras acudir a todas las consultorías posibles y abandonar las más modernas teorías de negocios, decidió acudir a un monasterio de benedictinos en la ciudad de Wurzburgo y allí conoció al monje coautor del libro.
En el fondo, el libro aborda la manera en que el empresario sintetiza las reglas de San Benito y su aplicación al negocio. Jansenn, el empresario, sostiene que: “es posible para las empresas y su personal combinar e implementar eficazmente la regla de San Benito, de más de mil quinientos años de antigüedad, y la experiencia adquirida en la comunidad monástica a lo largo de los siglos […] se trata de crear confianza en la empresa, desarrollar actitudes, fortalecer la solidaridad y asumir responsabilidades para experimentar más alegría y libertad en el trabajo. Se trata de lograr una colaboración fructífera, o sea, relaciones positivas, no de caer en la confrontación”.
Es impresionante lo que la ciencia del gobierno puede aprender de experiencias milenarias como la regla de San Benito. En todo caso, tener firmeza en tiempos turbulentos implica conocerse a sí mismo. Conocer tu alma, dice el monje Anselm, es el principio del buen gobierno. Para gobernar a los demás, primero tienes que vencerte.