El Congreso debería darse el trabajo de interpelar al ministro del Interior, Alfonso Chávarry, quien tiene muchos temas que aclarar ante los peruanos empezando por la fuga de personajes como Bruno Pacheco y los sobrinísimos del presidente Pedro Castillo, a los que no se pudo arrestar en cumplimiento de un pedido del Ministerio Público que los investiga por delitos en los que también está implicado el jefe de Estado, según la lobista Karelim López.
A Pacheco y compañía debieron ponerlos tras las rejas el lunes por la mañana. Pero cuando les cayeron los policías ya habían fugado, algo que era fácil de suponer si se tenía en cuenta que el exsecretario palaciego no había asistido en dos oportunidades a declarar ante la Fiscalía a pesar de que públicamente se había comprometido a hacerlo. Este sujeto sin duda sabe mucho sobre el mandatario que como siempre, insiste en que estos asuntos son un invento de sus rivales.
Incluso el jefe de Estado ha tenido la frescura de ir al Congreso y rechazar que su familia esté metida en actos de corrupción, cuando esa misma mañana sus sobrinos ya eran prófugos de la justicia. ¿Ante esto qué hace el ministro del Interior? Lo mismo habría que preguntarle respecto a “Los dinámicos del centro”, que siguen como evadidos de la justicia. ¿Se les está buscando o nadie los molesta a fin de impedir que hablen sobre el financiamiento de la campaña de Perú Libre?
De otro lado, el ministro del Interior debería responder sobre las constantes agresiones de policías a los periodistas que cubren las actividades del presidente Castillo. El Congreso debería obligarlo a que responda por qué se ha tomado como mala costumbre el enviar a decenas de efectivos antimotines con escudos y varas a fin de evitar, muchas veces a punta de golpes y empujones, que se hagan preguntas al mandatario. ¿Estamos acaso en Venezuela o Cuba?
El Congreso tiene que hacer su trabajo de control político con este señor, que no ha logrado ubicar a “Pinturita” y sus amigos, y que tampoco ha sido capaz de atrapar a Pacheco y los parientes del mandatario. ¿Hay alguna orden para que no lo haga? El trabajo del ministro de Interior no solo consiste en acudir a operativos policiales en zonas picantes de Lima o provincias, sino en poner tras las rejas a todos los requeridos por la justicia, incluso a los amigos y sobrinos del presidente.