En muchos espacios los actores formativos están muy claros que no es conveniente asumir aquella división tradicional en el sentido de que hay tres tipos -divorciados y excluyentes- de estímulos educativos que impactan en las personas: i)Los formales que son los aprendizajes que se dan en las instituciones educativas; ii) Los no formales que son los aprendizajes que provienen de las actividades educativas que se desarrollan dentro y fuera de los planteles; y iii) Los informales que son los aprendizajes espontáneos en la vida cotidiana , del día a día, en diferentes espacios públicos , y desde luego, en los hogares.
Hay algunos actores que pretenden seguir mostrando alternativas segmentadas que no tienen una necesaria relación y retroalimentación . Por eso, que hay que insistir en una mirada holística de los procesos educativos trabajando para que todos los estímulos desde el hogar y la sociedad sean convergentes con los de las instituciones de enseñanza.
Algunos afirman que en las instituciones de enseñanza prima solo lo formal con solo aprendizajes programados porque hay un conjunto de planes y programas curriculares ; sin embargo, lo que se obvia es que en las clases, además de las intenciones previstas, también aparecen los aprendizajes imprevistos que provienen ,también de otras actividades dentro y fuera de los colegios
Vayamos a los aprendizajes que se construyen en la sociedad educadora (los no formales e informales). ¿Acaso los programas de televisión , radio, o de las redes no impactan en los lectores, audiencias, televidentes y/o o internautas? ¿Acaso los estímulos que provienen de los hogares , así como los de los espacios públicos marcan cada vez más en la formación de las personas? Indudablemente, ”la educación es tarea de todos con aprendizajes previstos e imprevistos”.