¿Qué pasará, Víctor Raúl, con el PAP cuando ya no esté en la vida?, le preguntó Alfredo Barnechea en la última entrevista que concedió en mayo de 1978, en el Programa “Contacto Directo”, al jefe del aprismo, antes de ser ungido por la voluntad popular presidente de la Asamblea Constituyente. “Yo creo que habrá un esfuerzo en los mejores apristas, que están en el pueblo, identificarse con las ideas. Las ideas tienen que cambiar, pero los hombres, los propósitos y las lealtades que vigilan estas ideas y que tratan de cumplirlas, las mantendrán”. ¿Habrá un nuevo jefe?, pregunta Barnechea, y Víctor Raúl contestó: “Yo soy partidario de las direcciones colegiadas”. Al año siguiente murió, el 2 de agosto de 1979. Fue una etapa dolorosa y a la vez conflictiva, cuando ciertas pasiones se desataron desbordando la vigilancia de las ideas, para proliferar los ismos que hirieron la fraternidad y originaron las indisciplinas y desorganizaciones partidarias, y solamente la consistencia de su razón de ser mantienen vivos y enhiestos los postulados que construyeron la historia aprista. Han pasado los años y las secretarías generales colegiadas que Haya De La Torre dejara, fueron reemplazadas por la Secretaría General Única en el XII Congreso del PAP realizado en Trujillo, el 2 de agosto de 1980 en el coliseo Gran Chimú. Confesión de parte, apoyamos esta opción que parecía adecuada por los problemas internos que hubo en la campaña electoral entre el armandismo y andresismo: el partido se polarizó y solamente la fe de los líderes no permitió el colapso que se temía. Todos, menos Andrés Townsend, se alinearon lealmente. Juvenal Ñique Ríos es el único sobreviviente de aquella etapa dirigencial colegiada y el más emblemático militante con que cuenta el aprismo trujillano. Su nombre está mencionándose con fuerza para retomar el timón dirigencial, colegiadamente según parece. Pero la gran incógnita es si habrá Comando de Acción o Comité Ejecutivo. El primero es designado y el segundo elegido con el sistema cada aprista un voto. Más allá de errores e imposiciones, el PAP es la institución política rectora del país. Sea como fuere, la decisión partidaria debe tener en cuenta ciertos parámetros de respeto a la militancia que soporta ya demasiados abusos copulares. En la Asamblea Estatutaria de Arequipa del PAP, realizada en diciembre de 1991, se acordó la prohibición a los dirigentes de candidatear a alcaldías, regidurías, cargos regionales y viceversa. Nos parece un exceso de poder y de joder que representantes públicos se conviertan en dirigentes. ¿Es que no hay más apristas aptos para dirigir al Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales? El Comando de Acción está basado en la emergencia y reglamentado con agenda específica y periodo determinado, a diferencia del Comité Ejecutivo que tiene dos años de duración por mandato de los votos. El momento es crucial para el partido de Haya De La Torre. Las ideas que esparcieron los fundadores se deben retomar para sobrevivir con dignidad.