En diversas oportunidades he mencionado la importancia de equilibrar el peso del aprendizaje de las matemáticas con todos los otros factores que integradamente ayudan a los estudiantes a estar en condiciones de lidiar con los retos de la modernidad, como dominar la escritura creativa, las ciencias de la computación, el diseño, el arte y la investigación. El sobrepeso psicológico que aún tienen las Matemáticas aleja a muchos estudiantes de las posibilidades de dominarlas
Un reciente estudio de la Universidad del Sur de Australia evaluó las respuestas de 4,295 estudiantes australianos de 15 años que participaron en el ciclo 2012 del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE para entender su disposición hacia el aprendizaje de las matemáticas, centrándose en los factores psicológicos: “motivación (la creencia de que las matemáticas son importantes y útiles para su futuro); el autoconcepto matemático (la creencia en su capacidad para hacer matemáticas); ansiedad matemática (sentimientos propios al hacer matemáticas); perseverancia (su voluntad de continuar trabajando en problemas difíciles); autoeficacia matemática (su confianza en sí mismos de que pueden resolver con éxito problemas matemáticos); y alfabetización matemática (la capacidad de aplicar las matemáticas al mundo real).”
Encontraron que esos factores son decisivos para que los alumnos deseen aprender las matemáticas, por lo que la docencia matemática debiera tenerlos muy presentes (“Divide and conquer: A new formula to minimize ‘mathemaphobia’.” ScienceDaily. ScienceDaily, 26 October 2020).