No intenta ser casual la reaparición de Keiko Fujimori presionando al gobierno para hacer cambios en cuatro carteras ministeriales. Como tampoco es espontáneo decir que nada le impide postular a la Presidencia de la República y que no hay que tenerle miedo porque tiene la curiosa costumbre de perder. ¿Es el relanzamiento de su figura política? ¿Qué cocina desde el Congreso?
La lideresa de Fuerza Popular, quien se había mantenido expectante frente al gobierno, ofreció una entrevista al diario Trome para dar sus puntos de vista sobre la política de nuestros días, lo que incluye a la presidenta Dina Boluarte. Por cierto, confirmó su temple crítico al régimen, revelado en un reciente pedido público para cambiar a los ministros del Interior, Salud, Energía y Minas y Agricultura. ¿A santo de qué?
No es extraño pensar que desde la bancada naranja comiencen a maniobrar como en los tiempos de PPK. Y desde ya la consigna es no apoyar nada del Ejecutivo si no hacen caso al capricho fujimorista. Por lo pronto, la salida de la titular de Salud, aunque se caía de madura, es un punto a favor del mensaje de Fuerza Popular, que también impulsó la interpelación del ministro de Energía y Minas.
Ahora bien, se acerca el 28 de julio y el mensaje presidencial, que siempre trae cambios en el gabinete, previo a negociaciones con grupos de poder. ¿Tendrá algo que ver el pronunciamiento de Fujimori con respecto a posibles rotaciones en carteras importantes? Tampoco es que el grupo naranja haya pedido la caída del gabinete Otárola, pero este manifiesto desea mostrar una ruptura política.
La aprobación presidencial puede ser un indicador suficiente para el alejamiento de Fuerza Popular. Pero tampoco se arrima bien el fujimorismo si se refugia en el paupérrimo Congreso, la institución más rechazada del país a mérito propio. Lo que se pronostica es que el mensaje al Ejecutivo es no salirse de la línea del adelanto de elecciones para el 2024. En política nada es casualidad.