Hace 18 años, a través de la Ley 28740, se aprobó la “Ley del Sineace” (Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación Educativa) en la cual se comprendieron tres órganos operadores: Ipeba (educación básica), Coneaces (educación técnica) Coneau (Universitaria). Su trabajo se desplegó a nivel nacional e incluyó la organización de modelos de acreditación y estándares de verificación. En el año 2014, 8 años después de su creación, una nueva ley, la Ley Universitaria 30220, envió al SINEACE a un proceso de “reestructuración”, desactivando los órganos operadores, diversos procesos, manteniendo un solo Consejo Directivo Ad hoc conformado por quien ocupaba la Presidencia del Sineace hasta entonces, la presidenta del Concytec y un representante del Minedu. Ello supuso que el sistema quedaba desactivado hasta la espera de su reorganización.
Lo que a todas luces se conocía en esa época, como bien recordó la expresidenta del Sineace, Peregrina Morgan, en un evento académico reciente, es que el deseo central era el de retirar la educación básica del sistema del Sineace, como órgano operador independiente, y mantenerlo únicamente en el radar del Minedu (tal vez porque 2/3 partes de los colegios de educación básica nacionales pertenecen al Estado y es imposible garantizar que todos ellos cumplan las condiciones básicas de infraestructura, por ejemplo). El tema es que se presentó al Congreso desde el MINEDU, un proyecto de ley de reforma del Sineace denominado “Ley Copaes” que precisamente, retiraba el nivel básico del sistema. Este proyecto fue desestimado y encarpetado en el Congreso y el sistema quedó a la deriva por muchos años hasta la aprobación de la reciente ley 31520 con la que en una cláusula transitoria se reactiva el SINEACE tal como fue concebido 18 años atrás.
El gran desafío hacia el futuro es lograr el posicionamiento de una política pública de defensa de la calidad educativa, con todo el esfuerzo e inversión que ello requiere, generando una cultura de responsabilidad y vigilancia ciudadana que acompañe los esfuerzos por lograr un referente nacional contra el cual comparar el servicio que brindan las instituciones educativas de todos los niveles en nuestro país.