El Gobierno de Transición y el nuevo ministro de Educación tendrán una gestión muy corta en un contexto de elecciones y con autoridades elegidas desde abril; por eso, considero que la mueva administración educativa debe concentrarse en “la buena finalización del año escolar 2020 y un mejor comienzo y desarrollo del año 2021”.
Por ello, es fundamental trabajar con los estudiantes para que logren los aprendizajes esperados en diciembre aplicando las normas y orientaciones emitidas por el Minedu. Y teniendo listas las carpetas y materiales educativos de recuperación para los estudiantes que logren C (presenta dificultades de aprendizaje) y que se dejará en blanco en los registros y libretas de los alumnos respectivos. Pero, lo más importante en el verano es el desarrollo de la estrategia “Nivélatec” para aquellos que se han incorporado hace poco al programa “Aprendo en Casa”.
Paralelamente hay que trabajar las orientaciones para el año escolar 2021 que aseguren flexibilidad, innovación y menos reglamentarismo, en un marco de autonomía institucional y pedagógica de las escuelas públicas y privadas. Por cierto, el desarrollo de la educación a distancia, presencial, o semipresencial dependerá de la evaluación situacional del Covid, las vacunas y las condiciones de salubridad de los colegios (sobre todo los públicos).
Es importante programar ya capacitaciones para los maestros en el mejor dominio didáctico de las herramientas tecnológicas y digitales, así como sobre el bienestar socio-emocional de los estudiantes (Se debe restituir urgentemente la Dirección Nacional de Tutoría en el Minedu); que las tabletas estén operativas lo antes posible en manos de los docentes y alumnos; disminuir la brecha digital; asegurar el mantenimiento de los locales escolares; y fortalecer las comunidades de las instituciones educativas.
Felicito al nuevo ministro de Educación Ricardo Cuenca y le deseo éxitos en su gestión. Continuidad, cambio y apertura para avanzar.