En setiembre último, el Congreso de la República aprobó los cambios a la Ley 27360, Ley que aprueba las Normas de Promoción del Sector Agrario. Si bien, esta norma aún no ha sido promulgada, las novedades que trae son una mayor remuneración para los trabajadores, vacaciones de 15 a 30 días, y un incremento en aporte a EsSalud de 4% a 6%.
Es importante recordar que en el periodo 2001–2017, esta ley permitió que las agroexportaciones pasaran de poco más de $180 millones a más de $3000 millones. Este incremento de 1581% supera ampliamente lo registrado en los países de la Alianza del Pacífico como México (328%), Chile (308%) y Colombia (140%).
En el caso de la acuicultura, la normativa aprobada por el Congreso debería generar efectos similares que nos permitan posicionarnos como un jugador importante a nivel mundial. Ello, teniendo en cuenta que somos líderes en la producción de harina y aceite de pescado, insumo clave para el crecimiento de este sector.
Para lograr ese objetivo resulta necesario que el Perú pase de una acuicultura de recursos limitados a una de escala industrial, a través de clústeres productivos que involucren las etapas de producción, logística y comercialización.
Así, por ejemplo, podríamos ir avanzando en algunas acciones como la actualización del catastro acuícola para conocer potenciales zonas de inversión, pero además –y no menos importante– la implementación de la Ventanilla Única Acuícola, la cual reduciría los trámites burocráticos para el otorgamiento de concesiones, entre otros.
Confiamos en que la ampliación a la Ley de Promoción Agraria se promulgue en el más breve plazo, ya que ello permitirá reencontrarnos con el crecimiento sostenible.