Es imperativo que el gobierno tome medidas urgentes ante la inminente apertura del año escolar en los colegios públicos el próximo 11 de marzo, como anunció la ministra de Educación, Miriam Ponce. Con aproximadamente 6 millones 600 mil alumnos listos para regresar a las aulas, la preocupación aumenta ante la evidencia de que muchas instituciones educativas no estarán en condiciones adecuadas para recibir a los estudiantes.
Los datos son preocupantes: según estimaciones, el 54.6% de los colegios públicos en todo el país se encuentran en mal estado por diversos motivos, y esta cifra podría aumentar debido a los recientes desbordes y precipitaciones en algunas regiones del Perú. Se estima que al menos 30 mil colegios necesitan una sustitución total o parcial de su infraestructura, y alarmantemente, 1041 de ellos están al borde del colapso.
El Gobierno debe priorizar la atención a esta crisis en el sector educativo. Es fundamental que se destinen los recursos necesarios y se implementen medidas efectivas para garantizar que todos los estudiantes cuenten con una infraestructura adecuada para iniciar el año escolar. No puede permitirse que Dina Boluarte y sus ministros solo tengan como punto de agenda mantenerse hasta le 2026.
El futuro del país depende de las decisiones que se tomen hoy para asegurar una educación de calidad para los escolares.