Sería bueno preguntarle al Ministerio Público qué pensaba encontrar en las casas de Martín Vizcarra que fueron allanadas en la madrugada de ayer con autorización del Poder Judicial para buscar e incautar evidencias que sirvan al proceso que afronta este sujeto por los presuntos de delitos de organización criminal e instigador del delito de colusión, que habría cometido durante su mandato presidencial entre los años 2018 y 2020, es decir hace cuatro o cinco años.
Está claro que ante todo el tiempo transcurrido y sabiendo que una medida de este tipo podría ejecutarse en cualquier momento luego de la caída de algunos de los integrantes de la banda de saqueadores del Estado que encabezaría Vizcarra, difícilmente los implicados van a guardar en sus casas, en sus computadoras o en sus teléfonos personales, información relevante que los pueda comprometer aún más en las investigaciones que lleva a cabo el Ministerio Público.
Recordemos que en el caso de la supuesta banda “Los intocables de la corrupción”, el Ministerio Público sostiene que Vizcarra y otros funcionarios como su exministro Edmer Trujillo, se repartieron las coimas que cobraban a manos llenas y en efectivo a cambio de entregar la ejecución de obras a empresas corruptoras. Dicho esto, sería bueno saber si los fiscales esperaban encontrar dinero en efectivo, chats o documentos, cuando sabemos que la corrupción no deja este tipo de huellas.
Apenas se supo del allanamiento, el expresidente Vizcarra y su defensa legal han afirmado que fueron ellos los que pidieron que se lleva a cabo esta diligencia, quizá sabiendo que de todas maneras les iban a caer una de estas madrugadas. Sin embargo, el fiscal a cargo ha dicho que un investigado puede solicitar lo que mejor le parezca, pero que el trabajo del Ministerio Público hace su labor por su lado. Sea como sea, no creo que esta acción tenga mucha relevancia para el proceso.
Sin duda, hasta el momento Vizcarra es un hombre de mucha suerte. Por mucho menos de lo que se le acusa, varios han ido a parar a la cárcel con órdenes de prisión preventiva que se han dictado en pocos días. Los casos de corrupción persiguen al exmandatario desde el 2020, pero nadie lo toca a pesar de los testimonios de colaboradores que afirman que le han dado plata en efectivo. Incluso hay gente que ni siquiera ha sido funcionario público que ha perdido su libertad, pero a este caballero, ni con el pétalo de una rosa.