El presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, es uno de los funcionarios del Estado que ha estado habitualmente en el foco de atención en los primeros meses del gobierno de Pedro Castillo. Su relevancia en materia económica ha opacado a muchos advenedizos del Ejecutivo y esto ha generado animadversiones. Su gran trayectoria y el debido éxito al frente de una institución tan importante para el desarrollo del país, resulta chocante para algunos personajes del Gobierno que prefieren cambios radicales.
Con Velarde se ha logrado la inflación más baja de la región y el Perú ha crecido más que muchos países sudamericanos en el presente siglo. Por ello, nos han mostrado como el “leading case” en América Latina. ¿Razones? Porque hemos tenido una economía que se abría al mundo luego de hacerse reformas estructurales. Pese a ello, ¿cómo es que ahora hay voces que se oponen a estos logros? Y lo peor, ¿cómo es que la incertidumbre, el desgobierno y la falta de estabilidad política ponen en riesgo todo lo conseguido y ahuyenten a los inversores?
Ayer, en la CADE Ejecutivos 2021, Velarde advirtió que si el Gobierno no genera acciones para lograr la estabilidad económica y jurídica, la inversión va a retroceder. Este es un desafío para el presidente Pedro Castillo. Para ello, hay que rodearse de los más capacitados y mejores técnicos, ya no más nombrar funcionarios por favores políticos. No puede continuar en el error de confiar más en sus amigos o en los extremistas que lo acompañan. Tiene que observar más lo que necesitan los peruanos.