Se cumplieron tres meses de Pedro Castillo Terrones como presidente de la República y estamos próximos a cruzar esta frontera imaginaria de los primeros 100 días de gestión donde se analiza qué hizo o qué dejó de hacer el flamante mandatario en funciones.
Esto sería más fácil si el presidente se reuniera con la prensa, pero estos tres meses de gestión han sido marcados por el silencio de un mandatario que solo aprovecha mítines para dar un discurso y luego se desdice en Twitter, como en el caso de la “estatización de Camisea”.
Pero el mandatario fue más allá y en otro discurso dijo que “es facultad del pueblo cerrar el Congreso” y no es así, señor Castillo. Cerrar el Parlamento es una prerrogativa suya y solo es viable si se cumplen una serie de supuestos que hasta el momento no han ocurrido.
En vez de pechar al Legislativo, que ya de por sí hace méritos para la pésima percepción que tiene, vea usted su gabinete y llame al orden a su ministro de Educación, que actúa como jefe de un sindicato más que como ministro, y a su titular de Economía, quien afirma que “le pica el ojo y le hinca el hígado” ver autos caros en el país. Gobierne y dé entrevistas, señor presidente. Transparencia también es sinónimo de democracia y de respeto a ese “pueblo” al que tanto le gusta mencionar.