Había emoción en los ojos de cada suboficial. “Intrépidos - Decisión”, vocearon al paso de desfile que ejecutaban. Desde el palco los familiares de los graduados aguantaban las lágrimas, mientras el maestro de ceremonias repetía epígrafes de amor por la patria y el amor maternal. Fueron 393 los suboficiales de tercera -276 varones y 117 mujeres- que “dieron de alta” de la Escuela Técnico Superior de la Policía, ayer en una ceremonia de larga espera.
Desde las 8 de la mañana la primera parte del protocolo de la promoción se desarrolló con la entrega del Despacho a cada uno de los graduados.
PRIMEROS PUESTOS. Más de un año, los antiguos alumnos permanecieron dentro de la escuela con una formación en cursos como Derecho Penal, Constitucional, Técnicas de Investigación Criminal, entre otros y de la promoción, los suboficiales Robert Jodi Flores Evangelista y Joel Boza Ambrocio ocuparon el primero y segundo lugar, respectivamente. Por ello, con un obsequio representativo el general PNP Miguel Bacilio Grossman reconoció su esfuerzo.
AUTORIDADES. En la ceremonia estuvieron presentes el jefe de la Región Policial Centro PNP Miguel Bacilio Grossman, el coronel Juan Donoso Salazar, el coronel director de la Escuela Técnica, Sabino Hermógenes Ulloa Chirinos, el coronel Florencio Leonarno Pineda, entre otros.
“En el proceso de formación fueron dados de baja dos alumnos y uno no ha podido graduarse por incapacidad física”, manifestó Ulloa. Por su parte, el general Bacilio Grossman expresó su reconocimiento a los estudiantes y los padres. “El policía es el pueblo uniformado, la ley hecha persona. (...) Gracias a los padres por brindar apoyo a sus hijos”, expresó la autoridad.
UN ALEGRE GRADUADO. Sonriente y emocionado el suboficial Juan Andrés Quispe, acogido y formado en la Beneficencia de Huancayo desde 2005, agradeció a sus formadores. “Me siento emocionado y satisfecho de estar cumpliendo mis objetivos para luego ayudar a mis hermanos del hogar de acogida”, manifestó el joven. La directora de la Beneficencia Maritza Cáseda, quien acompañó durante toda la ceremonia al novel efectivo, expresó su júbilo de ver que uno de sus “hijos” cumple su sueño.
“Puede que sean repartidos por grupos en diferentes zonas o puede que todos se queden en Huancayo”, manifestó Bacilio Grossman.
Alfredo Andrés, uno de los graduados, es un joven que fue albergado por la SBH y que gracias a la institución egresó como suboficial.