“Si bien es cierto que en esta temporada la langosta se encuentra en su fase solitaria y no causa problemas, la labor es justamente suprimir al máximo su población dispersa, para que cuando empiece la etapa de apareamiento y su fase gregaria los daños puedan ser mínimos” sostuvo el responsable del Programa Langosta del Área de Sanidad Vegetal del SENASA, Alex Ñahui.
En una última evaluación situacional que realizó el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) Huancavelica en áreas endémicas, constataron que hay cuatro insectos por hectárea cuadrada en los sectores de Tinkuy, Huarpa y Cuñis en el distrito de Marcas; mientras que en Chincho y los sectores de Chuyayacu, Huallacho, Santa Rosa de Tinkuy, Huanchuy y Sillco la densidad es menor.
Por ello con la participación de los agricultores, el Senasa realiza trabajos de control integrado de plagas en 450 hectáreas, ubicadas en las provincias de Churcampa, Acobamba, Angaraes y Tayacaja, donde las acciones son de prospección, vigilancia y el control integrado durante todo el año.
Por la estación y geografía, el control que aplican es la etológica, que consiste en un cebo compuesto por melaza de caña de azúcar, veneno tóxico y agua, que son ubicados en arbustos de vegetación silvestre, que atraen a la plaga que está dispersa.
CAPACITAN. Los especialistas sensibilizan y brinda asistencia técnica a los productores, que en brigadas hacen el control de plagas.