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Aunque es la pandemia del nuevo coronavirus la que acapara titulares en el mundo –y en nuestro país–, el dengue es un enemigo que sin tanta publicidad infecta personas a una tasa significativamente alta. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos notificados a nivel global pasó de 2,2 millones en 2010 a más de 3,4 millones en 2016. Esos fueron los contagios reportados, pero en la realidad podrían ser muchos más.
“Según una estimación reciente, se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año, de las cuales 96 millones se manifiestan clínicamente (cualquiera que sea la gravedad de la enfermedad)”, señala el portal de la OMS.
► La otra emergencia: 14,000 casos de dengue se registran en todo el Perú
En el Perú, el dengue está especialmente arraigado. Incluso en 2017, cuando hubo una reducción del 73% de los casos en las Américas, nuestro país fue uno de los tres –junto con Aruba y Panamá– que registró un aumento. Ese año, a nivel nacional, se alcanzó un pico de 68,290 casos y 89 defunciones. Fue el mayor brote en el último lustro y estuvo vinculado con el fenómeno de El Niño costero.
Este 2020, a pesar de que no hay un desastre natural de las dimensiones del de 2017, la alarma ha vuelto a encenderse. De acuerdo con datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa), hasta la novena semana del año había 12,288 casos (entre confirmados y probables) y 22 defunciones. Es un número especialmente alto, sobre todo si se toma en cuenta que en el mismo periodo de 2019 hubo 1581 casos y seis fallecidos; en 2017, la incidencia en ese lapso de tiempo fue de 3838 casos y seis muertos.
Para combatir la crisis, el Ejecutivo declaró en febrero la emergencia sanitaria en Loreto, Madre de Dios y San Martín, las regiones más afectadas por el mal (ver infografía). A pesar de ello, las muertes no han cesado. El jueves, el titular de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud de Loreto, Carlos Álvarez, anunció una nueva víctima mortal. No obstante, el especialista se mostró optimista con que la fumigación en los colegios y viviendas ayude a controlar la situación.
“Estamos atravesando por una epidemia bastante severa, felizmente en la semana 10 estamos viendo una disminución de los (casos) febriles. Está haciendo efecto la fumigación que hemos hecho este año”, manifestó a RPP.
De acuerdo con el portal de la Dirección General de Epidemiología, hasta ayer había 14.358 casos a nivel nacional y 25 fallecidos.
Contagio
El detonante del dengue es un virus de la familia Flaviviridae, que tiene cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. El virus se transmite a los seres humanos por la picadura de la hembra del mosquitoAedes aegypti. El mosquitovive en hábitats urbanos y se reproduce sobre todo en recipientes con agua. A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día. Por ello, los periodos en que se intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca.
El dengue común se presenta con fiebre elevada (40 °C), acompañada de dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido. Los síntomas se presentan entre cuatro y 10 días después de la picadura del mosquito y por lo común duran entre dos y siete días.
Una segunda variedad es el dengue grave. Puede ocurrir entre tres y siete días después de los primeros síntomas y se evidencia por acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Estos cuadros se acompañan de un descenso de la temperatura corporal (menos de 38 °C), dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias de las encías, fatiga, inquietud y presencia de sangre en el vómito. Si no se trata en un lapso de 24 a 48 horas, puede ser fatal.
Dos cosas que puede hacer la población para evitar la propagación del dengue es no mantener vasijas o espacios con agua estancada, o en su defecto taparlos. Además, es vital permitir la fumigación. Algunas veces, los pobladores no dejan que los fumigadores ingresen a sus viviendas, lo que incrementa el riesgo de que sean picados por el mosquito.
Dengue: Una epidemia que no da tregua
2020 presenta un récord de casos reportados en sus primeras nueve semanas, frente al mismo periodo de años anteriores