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Sikuris, zampoñas y el cacharpari de las agrupaciones de danzas, van poniendo punto final a la festividad de la Virgen María de la Candelaria, fiesta de fe, color y belleza. Las calles de Puno ayer fueron invadidas con las melodías del altiplano, el siku, la zampoña y los bombos dejaron suspirar y rememorar a la población que se quedó a observar el pasado, presente y futuro de los conjuntos de sicuris y zampoñistas. Adultos, jóvenes y niños, danzaron en honor a la Virgen, un broche de oro que pintó la ciudad lacustre con bayetas multicolores. SIEMPRE VIVA. Los Sicuris del barrio Mañazo, es una agrupación de cultura siempre viva, desde 1882 ha entregado al viento el sonido de los sikus, pasaron por sus filas cientos de hombres que han eternizado la música altiplánica, cuenta Silverio Padillo Cruz. Silverio, tiene 20 años integrando los sikuris Mañazo y él está seguro que su conjunto va a existir por siempre, porque los niños que hoy bailan, tocan y danzan con los adultos, están recogiendo las enseñanzas para seguir llevando el arte en la sangre y la fe en el corazón. LA INAGOTABLE FUERZA. Quien disfruta de la festividad y de la música que inspira la Virgen Candelaria, es César Suaña; hace 39 años que integra la agrupación Sikuris 27 de Junio Nueva Era, la emoción y la devoción hace que cuente con algarabía los inicios del conjunto de sus amores. Sicuris 27 de Junio Nueva Era tiene 41 años, y ayer en la Plaza de Armas, César tocaba un minúsculo instrumento llamado Uña, es una zampoña en miniatura, pero de gran potencia al emitir sonido. Este instrumento musical elaborado con caña es característico de Taquile. DESDE LOS 5 AÑOS. Valia Quispe Choque, baila en los sicuris desde los 5 años, sus pasos demuestran firmeza y amor por su cultura, ella pide que los jóvenes sigan su ejemplo para que la cultura puneña no muera y nunca esté en extinción los sicuris. Valia tiene 8 años y habla con firmeza sobre el potencial que está sembrando con el pasar del tiempo. HASTA EL PRÓXIMO AÑO. Al concluir las melodías del viento, hacían su paso los conjuntos folclóricos, diciendo con sus danzas “hasta el próximo”, el no menos popular “cacharpari”. El Rey Moreno Laykakota, al ritmo de la banda musical Súper Amauta de Tacna, se despidieron hasta el 2012 de la Mamita puneña. Detrás de ellos hacían su ingreso los integrantes del conjunto Confraternidad Cultural Wacas, acompañados de la banda de músicos Súper Ideal de Juliaca. BAILAN LOS CONOS. A lo lejos de la Plaza de Armas, en los barrios de Puno se siente el eco y se vislumbra a los morenos, chinas y cholas danzando en sus últimos días. Desde Laykakota y Bellavista, las trompetas hacen retumbar los cerros y despertar desde las 5:00 horas a la ciudadanía. Como se extrañará estos días de ensueño, donde las polleras estampadas de flores, las botas con llamativos colores, las hermosas trenzas de las chinas, los espectaculares saltos de los diablos y la fuerza del viento en los sicuris, se tendrá que esperar un año para vivir la fiesta de la Mamita Candelaria.