Evidentemente preocupada, la presidenta del Centro de Investigación y Desarrollo Andino Quechumara, Estela Gamero López, detalló que a pesar que en Tacna el 80% de la población es de origen aimará y/o quechua, solo el 15% de ellos practican esta lengua.
Lamentó que en los últimos años, dicha cifra disminuya cada vez más, producto de una estigma social, lo cual ocasiona que las personas nieguen su lengua por temor a ser marginados por la sociedad donde se desenvuelven.
Refirió que este hecho también se ve reflejado en los descendientes de esta cultura, quienes a pesar de tener padres aymaras, se burlan de las personas que aún hablan este idioma.
“Falta sensibilizar, lo cual debe empezar desde los hogares, recordando que somos una cultura internacional”, agregó.