A cuatro años de cumplirse el aniversario número 200 de la Independencia, el Perú podría presenciar la vacancia de su cuarto Presidente de la República por incapacidad moral. El Congreso, el próximo jueves 21, decidirá si ordena la dimisión de , Pedro Pablo Kuczynski (PPK), quien prometió a los peruanos llegar al 2021 con un país democráticamente fortalecido.
Sin embargo, por las sombras y dudas que generan las consultorías que su empresa Wetsfield Capital brindó a Odebrecht, Kuczynski, quien debió ser el jefe de Estado hasta llegar al Bicentenario, podría seguir el mismo camino que el primer mandatario de la historia republicana, José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete.
Los dos inquilinos de Palacio de Gobierno que posteriormente fueron defenestrados por el Parlamento fueron Guillermo E. Billinghurst y Alberto Fujimori Fujimori. En el caso de Riva Agüero y Billinghurst, las desavenencias y enfrentamientos entre Ejecutivo y Legislativo fueron el detonante. Mientras que, con Fujimori Fujimori, la causal fue la develación de la corrupción que se enquistó en su gobierno.
Crisis de IndependenciaLa figura de “vacancia” para destituir a un Presidente se acuñó por primera vez en la Constitución de 1834, cinco años después -en 1839- se añadió “la incapacidad moral” como causal. Para entonces, Riva Agüero ya había sido destituido de su cargo y desterrado del territorio peruano, acusado de realizar negociaciones debajo de la mesa con los españoles y de ejecutar una pésima campaña militar que facilitó que el Ejército Realista vuelva a ocupar Lima, durante la etapa de consolidación de la Independencia.
El militar y político fue nombrado Presidente el 28 de febrero de 1823, tras dar un primer golpe de Estado que acabó con la Junta Gubernativa Provisional, compuesta por tres diputados y presidida por el general José de la Mar.
Esta rebelión lo puso al frente del Ejecutivo y en un fuego cruzado con el Congreso Constituyente (elegido en 1822) que, luego de refugiarse en el Callao por el avance del Ejército español, ordenó su destitución, responsabilizándolo de la crisis que en ese momento se vivía.
Así, los diputados nombraron a José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle, como el nuevo presidente luego de que Riva Agüero se negara a aceptar al general Antonio José de Sucre como la máxima autoridad militar, respaldada por Simón Bolívar.
Riva Agüero desacató su relevo y se trasladó a Trujillo con un grupo de 20 congresistas. Desde allí, el 19 de julio de 1823, llamó al enfrentamiento armado con sus verdugos políticos y ordenó la disolución del Parlamento. Incluso, dicen los libros de historia, pidió el apoyo de José de San Martín para alzar armas, a lo que el Libertador respondió con repudio acusándolo de “promover una guerra civil”.
En ese ínterin, empezó a negociar una tregua con el Virrey para oponerse a Torre Tagle, al Parlamento, así como a Bolívar y Sucre. Casi un mes después, el poder paralelo que se ejercía en Lima lo calificó como “déspota absoluto”, declarándolo reo de alta traición por promover una guerra civil. Sus propios oficiales lo detuvieron el 25 de noviembre del mismo año (1823) y, sin ejecutar la orden de fusilarlo, lo desterraron a Guayaquil.
José de la Riva Agüero tomó el poder por la fuerza, aunque duró solo un año en la Presidencia
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Guillermo Billinghurst sufrió dura resistencia de la oposición en el Parlamento desde el primer día de su mandato
Choque de PoderesEn 1914, el segundo Presidente vacado por estar “absolutamente incapacitado para continuar el mando que le confirió el Congreso en 1912” fue Guillermo Enrique Billinghurst Angulo, fundador del Partido Demócrata, a quien se le aplicó el Art. 79 de la Constitución de 1867.
Los motivos que llevaron al Parlamento de ese entonces a dejar descabezado el Perú fueron los constantes conflictos entre Ejecutivo y Legislativo, generados por las diferencias ideológicas en cuanto a las políticas públicas y las pugnas internas generadas a raíz de esas contradicciones. Los diputados de oposición lo tildaban de demagógico y personalista.
Billinghurst, elegido el 24 de setiembre de 1912 con el apoyo de la clase obrera, intentó disolver el Parlamento y proyectaba convocar un plebiscito para realizar 14 reformas de la Carta Magna.
Empero, antes de que pueda ejecutar su plan, el Congreso se adelantó a la jugada y apoyó un golpe de Estado ejecutado el 4 de febrero de 1914, al mando del coronel Óscar R. Benavides, quien lo sucedió en el puesto. Luego, Billinghurst fue expulsado a Chile.
Corrupción con FujimoriIniciando el siglo XXI, el 21 de noviembre del 2000, el hoy encarcelado expresidente Alberto Fujimori Fujimori también fue vacado por el Legislativo, presidido por Valentín Paniagua, en aplicación del artículo 113 de la Constitución de 1993.
La decisión se tomó tras rechazar la renuncia que el líder fujimorista envió por fax desde Japón, adonde huyó después de viajar a la Cumbre de la APEC.
Lo que motivó su deserción fue el destape de la corrupción que ejerció bajo la sombra su asesor Vladimiro Montesinos. Tres meses antes, el 14 de setiembre, se conoció el primer “Vladivideo” que abrió la caja de Pandora, en la que se ocultaban las prácticas ilícitas que la mano derecha del exjefe de Estado realizaba para sobornar a miembros de otros partidos, medios de comunicación y distintas personalidades a cambio de apoyar a Fujimori.
Tras ser inhabilitado por incapacidad moral, Alberto Fujimori viajó el 6 de noviembre de 2005 de Tokio a Santiago de Chile, donde fue capturado al día siguiente por autoridades de ese país por una solicitud de detención y extradición vigente, por los delitos de asociación ilícita para delinquir, peculado, falsedad ideológica, lesiones graves, desaparición forzada y homicidio calificado.
El 22 de setiembre de 2007, Alberto Fujimori Fujimori es trasladado a Lima tras aprobar la Corte Suprema de Chile su extradición por violaciones de los derechos humanos y actos de corrupción. Posteriormente, Fujimori fue recluido en la Diroes, donde actualmente lo acompaña el exmandatario Ollanta Humala Tasso.
Allí mismo, se construyen más ambientes para aguardar la llegada del exjefe de Estado Alejandro Toledo, quien se encuentra prófugo en Estados Unidos y es investigado por recibir coimas de la compañía brasileña Odebrecht. Quizá la misma suerte pueda esperarle a su exministro de Economía, quien corre el riesgo de ser obligado a abandonar la Casa de Pizarro esta semana, sin cumplir siquiera dos años de gobierno.
En tanto, el reloj avanza en pos del Bicentenario y los peruanos esperamos que la crisis política sea aplacada con la actuación responsable de los actores políticos.
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PPK espera en vilo la compasión del Congreso
Datos: Incapacidad moral fue la razón en dos de las destituciones
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