Sobrellevar y superar las adversidades de la vida- como el miedo por el desempleo, la perdida inesperada de un ser querido, jalar alguna materia o no desarrollar un proyecto esperado- es difícil, pero no imposible y más en un país resiliente, como es el Perú. Para Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, “sentir tristeza, frustración o decepción en este contexto político y pandémico” no está mal, siempre y cuando se sepan manejar las emociones y que no invadan el día a día.
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La experta señala que los países más felices del mundo- como Finlandia, Islandia y Dinamarca- tienen como causa principal sentirse seguros, confianza en el gobierno, un sistema de educación brillante, son amigables y ostentan una alta remuneración. “Estas características le faltan al Perú, pero nosotros mismos podemos contribuir para cambiarlo, siempre y cuando haya respeto”, exhorta.
Pero ¿cómo dejar de lado los temores y la ansiedad que afectan la productividad? Galli aconseja, primero, reconocer lo que está pasando. “Si siento que perderé el trabajo o la economía no va bien en mi hogar es importante conversarlo con mi jefe, un familiar, amigo o escribirlo. Luego, recuperar la vitalidad y empezar a retomar lo que se había dejado, pero con más esfuerzo. Por ejemplo, si dejé mi tesis a medias hay que avanzarla, si me sacaron del trabajo puedo desarrollarme en un emprendimiento, si me peleé con un amigo por la política, iniciar una reconciliación, etc”, dice.
SER REALISTA. La gente a menudo abandona sus objetivos porque sus expectativas son poco razonables. Sin embargo, la autora del libro ‘Sé Feliz’, aclara que es importante que reconozcamos nuestros atributos y mostrarlos positivamente. Preguntarnos ¿en qué somos buenos?, ¿en qué empresa quiero obtener un puesto? o si debo seguir capacitándome para emprender mis metas. ”Debemos reconciliarnos con nosotros mismos, porque siempre de lo difícil surge una oportunidad. Dejemos atrás las elecciones y empecemos a creer en nosotros”, indica. Recomienda llevar terapias de meditación, trabajar en un presente y dejar ir los pensamientos negativos y trabajar por un bien común hará que avance el país.