Aunque al inicio el déficit de magnesio se manifiesta con síntomas leves, esta carencia puede convertirse en un enemigo silencioso para la salud. Al igual que pasa con otros tipos de nutrientes, el cuerpo alerta ante la falta de magnesio, provocando síntomas que pueden ser imperceptibles en algunas personas.
Sin embargo, estas podrían intensificarse con el tiempo. Por eso, en esta nota Sylvia Rodríguez, Nutricionista del equipo Magnesol, nos cuenta cuáles son las señales a las que debemos prestar atención de manera oportuna:
- Fatiga y debilidad: El magnesio es un mineral que brinda energía y vitalidad para cumplir con nuestras actividades diarias. Su déficit podría manifestarse con episodios de cansancio y apatía.
- Dolores de cabeza: La falta de magnesio aumenta la tensión y, por lo tanto, podría ser un detonante para dolores de cabeza y dolor mandibular.
- Insomnio o poca calidad de sueño: La hiperactividad y la falta de sueño son otros de los síntomas a través de los cuales se manifiesta el déficit de este mineral.
- Estreñimiento: El magnesio es un laxante natural, que en dosis correctas es totalmente inocuo y ayuda a relajar el intestino evitando el estreñimiento.
- Problemas musculares: Si alguna vez sentiste hormigueos, temblores o entumecimiento en algunas zonas del cuerpo, es posible que debas empezar a incorporar más alimentos con magnesio o empezar a consumir suplementos de este mineral.
- Ansiedad y depresión: El déficit de magnesio puede alterar el sistema nervioso, ocasionando nerviosismo, ansiedad, y trastornos en el estado de ánimo.
Este mineral tiene múltiples beneficios para el organismo y puede incorporarse a través de los alimentos o con el consumo de suplementos de magnesio, que son ideales para personas con dietas poco equilibradas o para deportistas con gran demanda física. Así que ya lo sabes, no hay excusa para no consumirlo y adaptar este hábito a nuestra rutina.