La nueva variante británica de la COVID-19 sigue siendo objeto de estudio y análisis por parte de la comunidad científica. Según epidemiólogos, el gran índice de contagios en diversos países del planeta origina que el virus original mute para continuar vivo. En algunos casos, como en Gran Bretaña, la variante tiene características que no comparte con otras.
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Es así que una investigación que tomó en cuenta datos estadísticos, da cuenta que la pérdida de los sentidos del olfato y gusto no son una característica de esta variante,. Esto según las conclusiones preliminares que han tomado en cuenta que la mayoría de este tipo de infectados no presenta estos síntomas.
La Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido impulsó esta investigación que también ha desencadenado como resultado inicial que los síntomas que sí se presentan a raíz de esta variante y que comparte con la cepa original son:
- Tos
- Dolor de garganta
- Fatiga
- Dolor muscular
- Fiebre
En cuanto a los dolores intestinales, molestias en la cabeza y la dificultad para respirar, estos síntomas también se presentan en los pacientes que contraen el virus de la variante británica.
No se trata de una nueva cepa, hay que aclararlo; sin embargo, los hospitales del Reino Unido se han visto desbordados. Este escenario se explica porque la variante es 70% más contagiosa y 30% más mortal.