El panorama es desolador en la comunidad conibo -shipibo de Contárselo, en el Rímac. En este contexto, miembros del Ejército Peruano vienen prestando apoyo en la remoción de escombros tras el terrible incendio que afectó a cientos de familias de la zona.
Los uniformados, provistos de lampas, picos y otras herramientas, trabajan para retirar metales, maderas, fierros y cualquier otro material que formará parte de las endebles viviendas que fueron afectadas por las llamas y que ahora representan un peligro para los ciudadanos que se resisten a dejar el lugar.
Según se informó, los trabajos se prolongarán a lo largo de la semana, debido a la enorme cantidad de escombros que quedaron tras el infierno.
En tanto, mientras que los militares realizan esta limpieza, una empresa panificadora llegó a la zona con sus hornos y demás implementos para preparar pan de manera gratuitas a los vecinos de Cantagallo.
Estos básicos alimentos complementan a las ollas comunes que los propios afectados por el incendio preparan cada día.