Con resonante éxito, el 18 y 19 de este mes se ha realizado en Guadalupe el II Encuentro Regional de Escritores y Editores del Norte “Bethoven Medina Sánchez”, por iniciativa de la revista “Runaky”, que anima y dirige el escritor y promotor cultural Antonio Escobar Mendívez, en homenaje al distinguido poeta, profesor universitario y periodista cultural liberteño.
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En el trascendental evento se advirtió la participación de escritores, editores, profesores, investigadores y editores de casi todas ciudades del norte, desde Chimbote hasta Piura.
Como es natural, predominó la presentación de libros, claro signo de que, pese a la crisis de la lectura en la época actual, hay espacios en los que los escritores se tornan imprescindibles como antenas y pulsos culturales. Eso sí, llamó la atención la clamorosa ausencia de las universidades y escuelas de formación docente, las cuales entonces pareciera que no cuentan con los cuadros académicos capaces de liderar el desarrollo literario y cultural de la sociedad. Esta ausencia es muy grave, sobre todo en una época poblada por tantos doctores y magísteres “a granel”.
Este vacío significa que la parte académica y teórica fuera la más débil; pero el hecho no se puede atribuir a los organizadores, sino a la indiferencia y falta de respuesta de los propios “académicos”. Por eso, en ese panorama destacó claramente la documentada y versada conferencia de Carlos Horna Santa Cruz sobre la presencia y función de “Runay” en el panorama de revistas literarias del país. Nosotros expusimos nuestra disertación sobre la poesía del homenajeado, la figura de mayores logros en la nueva poética peruana.
CUENTO
En este escenario reconforta comprobar cómo la inspiración literaria se mantiene viva y fresca, especialmente en nuestra región. La mayor parte de libros a los que accedimos, casi siempre por gesto generoso de sus autores, los registramos a continuación:
“No todo se queda en la cancha”, original volumen de cuentos de los reconocidos periodistas, escritores y profesores universitarios Ricardo Vera Leyva y César Clavijo Arraiza, ambos con reconocido recorrido y visibles méritos en la narración.
“El juego del destino”, dramática y tierna novela de amor, amistad y aprendizaje, asumida por el ya reconocido escritor y promotor cultural guadalupano Josué Vallejos Vásquez.
“El huereque delator y otros relatos” de ambiente, personajes y hechos brotados en la propia realidad, de Chepén, de donde es oriundo el autor. El prologuista Alejandro Cúneo Morales afirma que estamos ante “un trabajo redondo, claro y bien escrito”.
“Conversas & conversos (La luna y el caminante)”, breve, pero denso libro de cuentos del talareño Houdini Guerrero, autor de fecunda producción, especialmente en cuento y poesía, y reconocido director de la revista “Sietevientos”, elogiosamente comentada por Ricardo González Vigil y Sigifredo Burneo.
Y también accedimos al hermoso libro de cuentos “Quémame los ojos”, de James Quiroz, ganador de los Juegos Florales de la Universidad Nacional de Trujillo (2010), así como del Premio Nacional de Cuento “Germán Patrón Candela”, entre otros galardones.
Completamos este recuento destacando la publicación de la antología narrativa “Primaveras del amor”, por Luz Díaz Bravo y Rully Falla Failoc, de Chiclayo, así como el volumen de cuentos infantiles “Bajel de fantasías”, del propio Rully.
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UN NOVELISTA DE SÍNTESIS
Como a contracorriente de la novela convencional o formal, analítica, exhaustiva, explicativa, Miguel Arbildo, escritor chiclayano –creo-, pero radicado en Guadalupe, es autor de dos breves pero hermosas novelas. “Hijo del desierto”, elaborada en un proceso paciente, reflexivo y trajinado, que revalora el habla local y popular, elevada a sorprendentes y admirables niveles artísticos y “Cerco de quimera”, novela más breve, pero igual de densa, siempre sostenida en la compleja naturaleza humana.
POESÍA
También pudimos acceder a los hermosos y artísticos poemarios: “El amor nos desgarrará otra vez”, de Ray Paz Quesquén (natural de Chepén), ganador de varios certámenes literarios, entre ellos los Juegos Florales de la Universidad Nacional de Trujillo el año 2015; y “Jaque al silencio”, de Antonio Guevara Escobar.
MUJERES ESCRITORAS
La presencia de las mujeres escritoras la registramos en los libros: “Paisaje violado y otras narraciones”, de Noemí Arana Escobar, esposa y compañera de vida, experiencias, creaciones y aventuras de Antonio Escobar, autora de cuentos en los que predomina el abuso, la marginalidad y la injusticia.
“Anécdotas de valle encantado”, novedosa recreación de relatos humorísticos, espontáneos y breves, recogidos en el caserío de Pampán, provincia de Julcán, por Mónica Sánchez Santillán y José Eugenio Sánchez Bacilio. Ella es profesora; él, obrero de construcción civil.
“Historias, reminiscencias y cuentos”, de María Negrón Ugarte, enriquece la producción literaria de la autora, quien también fue una inspirada poetisa romántica.
Agregamos el poemario romántico de delicado y cromático ambiente andino: “En la montaña seríamos felices”, de la inspirada y sensible poetisa usquilana Milene Alfaro Alfaro.
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UNA REVISTA LITERARIA Y UNA ANTOLOGÍA
También la promoción de Castellano y Literatura “José María Arguedas”, egresada de la Universidad Nacional de Trujillo en 1971, al cumplir el presente año sus “Bodas de Turmalina”, presidida por Alejandro Bermejo Sánchez, ha publicado la hermosa y evocativa “Revista literaria”, dirigida por el escritor y editor Carlos Horna Santa Cruz. El contenido, con hermosas ilustraciones y fotografías, trae textos de sus integrantes, algunos de sus profesores de la época y otros colaboradores (Andrés Díaz, Antonio Escobar, Carlos Sánchez Vega, Juan Manrique Castro, Jorge Díaz Herrera, Miguel Angel Huamán, Noemí Arana).