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Para el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez, el  es el principal activo de Petroperú, no solo por lo que costará repararlo y ponerlo operativo, sino que es fundamental para fomentar la exploración petrolera.

“Si no hay Oleoducto, no hay exploración”, señaló a Correo tras indicar que el ONP no ha tenido protección galvánica para evitar su deterioro y está expuesto a los actos de sabotaje. “El propio Estado, a través de Petroperú, lo ha denunciado; se ha dañado el Oleoducto con sierra circular, lo que generó derrames”.

Además -prosiguió Gálvez- “no es secreto que el Oleoducto ha venido siendo perforado en su vertiente costera, donde hay una importante cantidad de refinerías clandestinas; se hicieron huecos y pusieron un caño. Está casi llegando a Talara, sucede desde hace mucho”.

FF.AA. Por ello, indicó, es importante darle seguridad, considerando que el gasoducto que viene a Lima (a cargo de Transportadora de Gas del Perú) sí tiene protección de las Fuerzas Armadas.

Gálvez dijo que se necesita hacer una remediación, colocando sensores de flujo y de presión y, sobre todo, reemplazar las partes dañadas.

Sobre el costo refirió que hay soluciones técnicas y económicas. “El Oleoducto fue diseñado para transportar más de 250 mil barriles diarios; nunca transportó más allá de 150 mil, por eso la corrosión. En principio, se suponía que lleno el tubo con crudo se iba a dar protección galvánica, pero fue así”, agregó.

TALARA. Del proyecto de modernización de la refinería de Talara, señaló que es un error garrafal. “Cuando hay un error garrafal ya miro por el lado de la corrupción. Ahora ya se pasó el punto de no retorno, se tiene que seguir adelante. Creo que en Talara se ha dado un alto nivel de corrupción”, precisó.

Refirió que Perú consume 230 mil barriles diario de petróleo y produce 35 mil barriles hoy, y cuando se reponga oleoducto serán 50 mil barriles. “¿Para que ampliar su capacidad de refinación? Entiendo lo de la desulfurización, que implicaba una inversión menor, pero este proyecto tiene tres partes; la ampliación no tiene sentido, más aún si se tiene crudo; es mejor traer petróleo refinado. A nadie en su sano juicio se le ocurre traer petróleo pesado para refinarlo en Talara. Este capricho se llama corrupción y nos cuesta mucho dinero a los peruanos”, aseveró.

GASODUCTO DEL SUR. Con respecto al Gasoducto Sur Peruano (GSP), para Gálvez no hay dudas de que el proyecto tuvo actos de corrupción. “Fue una licitación con un solo postor. Además, por información de ellos, ha sido una conducta extendida, ya hay confesión de parte”, indicó.

“Si EE.UU. le ha puesto una multa de $3500 millones, ¿el Perú no puede poner una sanción de esta naturaleza también?”, cuestionó.

CIFRA 

66% por debajo de lo esperado fue la caída de la producción petrolera en el 2016 (SPH).

7500 millones de dólares es el monto que se financiará a través de recibos de luz para el GSP.