Eran las 16:00 horas del sábado en el interior del penal de Huancayo, cuando se inició la audiencia para definir la situación de Fernando Matos Paúcar (36), asesino confeso de la niña Gisell Maryori (8) en Chilca. Quince minutos después, llegó el padre la víctima; Edgar Venturo, sin embargo no pudo ingresar a la sala de audiencias del penal de Huamancaca donde Matos Paúcar permanecía bajo custodia policial.
Se sabe que en ese momento, el acusado pidió disculpas a los familiares de Guisell por lo que cometió. Además, mostraba una actitud diferente a la conocida hasta la fecha. Un testigo contó que estaba cabizbajo, miraba todas partes y parecía desesperado. Minutos después de conocer la decisión del caso, el acusado fue internado en el área de observaciones del penal, hasta por 30 días, donde será evaluado y lego se definirá en qué pabellón será recluido. En tanto, afuera del recinto amigos y familiares de Guisell Maryori imploraban cadena perpetua y justicia.