David Whitebread, experto en desarrollo cognitivo de la universidad inglesa de Cambridge, y otros 129 expertos firmaron el manifiesto “Too Much, Too Soon” en The Daily Telegraph el 11/09/2013. Sostuvieron que hay abrumadora evidencia que sugiere que los 5 años es demasiado temprano para iniciar el estudio formal y que hasta los 7 años, el aprendizaje debe basarse en el juego informal. Según la evidencia acumulada, eso les da enormes ventajas académicas y emocionales para el largo plazo. Estas evidencias surgen de los estudios antropológicos, psicológicos, neurocientíficos y educativos. Los estudios neurocientíficos han demostrado que la actividad lúdica conduce al crecimiento sináptico, particularmente en la corteza frontal, responsable de todas las funciones mentales superiores.

En Singapur, China y Finlandia, tres de los países más citados por sus logros en las pruebas PISA, la edad de inicio de la escolaridad primaria es de 6 ½ años. Estudios comparativos de niños en Nueva Zelanda que comenzaron las lecciones de alfabetización formales en las edades de 5 y 7 años muestran que la introducción temprana del aprendizaje formal de la literacidad no mejora el desarrollo de la lectura de los niños y que más bien puede ser perjudicial. A los 11 años no hubo diferencias en sus niveles de habilidad de lectura, pero los niños que comenzaron a los 5 años desarrollaron actitudes menos positivas a la lectura y mostraron una comprensión de textos más pobre que los niños que comenzaron más tarde.

La lección: no confundir la estimulación temprana con el inicio prematuro de la lectura.

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