En estos tiempos, leer un libro a menudo se considera algo aburrido, prescindible. No provoca placer. Sin embargo, no necesariamente es lo mismo para los niños, en especial para los más pequeños, quienes aún son analfabetos y disfrutan de la lectura que les hacen los padres, por lo general, antes de ir a dormir.

Muchos de los programas que tratan de aumentar los niveles de lectura en niños han fracasado. Para enfrentarlo, la Dra. Rana Dajani de la Universidad Hachemita, fundadora y directora de “Nos encanta la lectura”, ha dedicado parte de su vida profesional a difundir las virtudes de la lectura oral entre los niños. Sostiene que la lectura agudiza las habilidades de pensamiento creativo y crítico de un niño, quien al tomar un libro se adentra en el mundo de las situaciones allí relatadas, de las que se pueden obtener valiosas lecciones morales y de vida. También los inspiran los actos de valentía, confianza y otros relativos a los protagonistas. En el plano intelectual, la lectura permite a los niños construir y enriquecer su vocabulario y mejorar sus conocimientos de gramática para expresarse mejor, tanto oralmente como por escrito.

Por otro lado, para el desarrollo de la identidad y la creatividad, los niños necesitan palabras para describir su entorno físico, tanto el natural como el artificial. Además, la lectura permite darle forma a los sentimientos de los niños. Por ejemplo, un niño que tiene celos de su hermano recién nacido y que no sabe cómo describir el sentimiento de celos a sus padres puede encontrar imágenes y palabras si su madre le lee un cuento sobre los celos entre hermanos.