Los últimos partidos políticos que llegaron a la Presidencia de la República suelen correr una especie de maldición inexorable: su exterminio. Lo mismo parece que sucederá con Perú Libre de Vladimir Cerrón, quien está prófugo al haber sido condenado por corrupción.Perú Libre será entonces el quinto partido que defraude al país, luego de que Perú Posible, PAP, Nacionalista y PpK quedaran en el olvido con sus líderes caídos en desgracia. Esto es un severo llamado de atención: la decadencia absoluta de las agrupaciones políticos.Que no nos extrañe que en las próximas elecciones el partido que llevó a Pedro Castillo al poder quede pulverizado en las urnas. Como ha ocurrido antes, una vez el líder procesado -peor aún sentenciado- por corrupción, los electores castigan con el entierro preferencial.¿Por qué las agrupaciones políticas son tan endebles? Podría ser, el giro pragmático que han adoptado aquellos que intentan llegar al poder. Al no tener argumentos ideológicos sostenibles, sus fundadores convierten al partido en un vehículo electoral con fecha de caducidad.¿Es un efecto global lo que le ocurre al Perú? Sí, en Sudamérica se observa que la corriente es pragmática y no ideológica, que se construyen partidos solo para gerenciar un país y no para sostener una idea de desarrollo. Tal vez sea un camino, pero no son las maneras.