Arrancó un nuevo año y los consejos regionales renovaron los cargos, en especial los presidentes que encabezan estas instancias de gobierno que tienen una serie de funciones, además se definen las nuevas comisiones integradas por los delegados de provincias y sectores.

Lamentable lo que pasó durante el 2019, donde estos órganos olvidaron su principal objetivo normativo y fiscalizador del Gobierno Regional, permitiendo que los gobernadores hagan lo que quieran e ignoren a sus integrantes.

Ocurrió en regiones del sur, en especial en Arequipa, donde su titular Elmer Cáceres Llica inició su mandato en medio de controversias y con el paso de los días protagonizó diferentes acontecimientos que afectaron su alicaída imagen, empero teniendo como fiel escudero al improvisado Ronald Veto Bernal como presidente del Consejo Regional, personaje que demostró ineficiencia en el desempeño del cargo, al extremo que nunca consiguió la presencia del gobernador en el Legislativo para que explique y exponga sobre diferentes temas, entre ellos del aún paralizado Proyecto Majes Siguas II, la inconclusa obra de la Variante de Uchumayo, los hospitales construidos en provincias que son elefantes blancos, entre otros asuntos de interés.

Triste el desempeño del Consejo Regional, donde el oficialismo se convirtió en portátil de la primera autoridad de Arequipa, mientras la oposición poco a poco tiró la toalla por inoperancia para cumplir su trabajo, salvo uno o dos que alzaron su voz fiscalizadora.

Como están las cosas, con la elección de Wuiler Ayñayanque en reemplazo de Bernal, el 2020 parece que se repetirá el negativo desempeño de los delegados, sin que estos abran los ojos para seguir más de cerca a Cáceres Llica, personaje a quien los escándalos, parece, no lo dejarán en paz por su controvertido comportamiento.

Arequipa perdió en el 2019 y se espera que ocurra un cambio en este iniciado año, de lo contrario rumores de revocatoria que se escuchan con mayor frecuencia tomarán más fuerza.